jueves, 31 de enero de 2019

'Náufragos', el riesgo


'Náufragos' ('Lifeboat', Alfred Hitchcock, 1944) supone el primer film del maestro que representa un riesgo, por cuanto la historia —en la que participaron el propio director, Ben HectchJo Swerling y John Steinbeck, de quien el director quiso que hiciese todo el guión— se desarrolla enteramente en un bote salvavidas y la cámara jamás sale de dicho bote. El realizador británico se había paseado por los despachos de Hollywood con esa idea, pero todos lo habían rechazado, ya no sólo por la dificultad técnica que representaba sino por su peligrosa ideología. Eran tiempos de guerra y el cine estadounidense se preocupaba en aquellos años de relatar historias propagandísticas que levantaran el ánimo de la nación, y vieron en la historia de 'Náufragos' todo lo contrario. Incluso el propio productor, Darryl F. Zanuck temía lo peor cuando al regresar de viaje vio el material que tenía ya hecho Hitchcock y que fue mal entendido por buena parte de la crítica.

Green Book - Valor para cambiar el corazón de las personas


Seguramente al leer el apellido Farrelly a muchos nos venga a la mente comedias como 'Algo pasa con Mary', 'Dos tontos muy tontos' y 'Yo, yo mismo e Irene' entre otras. Pero en la última década las películas de estos hermanos fueron bastante irregulares. Quizás buscando algo de respetabilidad o tal vez intentando hacer un cine diferente a aquellas comedias, Peter Farrelly, uno de los hermanos, ofrece con 'Green Book' una película que mezcla el drama con un toque de comedia y abordando temas como el racismo y los prejuicios mostrándolos a través de la amistad especial entre dos hombres de diferente raza, pensamientos y maneras de afrentar sus vidas.  En 'Green Book', Peter Farrely sigue una narrativa convencional establecida en ciertos clichés con la esperanza de proporcionar una experiencia visual agradable para el espectador y que cale en el espectador tratando de entender los males estadounidenses. Esos temas racistas y también homofóbicos que estuvieron presentes en Estados Unidos en los años 60, siguen siendo relevantes y vigentes hoy en día y Farrelly lo envuelve en una historia sincera.

miércoles, 30 de enero de 2019

'Poder absoluto', el más alto poder corrompe siempre


Después del excelente sabor de boca que habían dejado 'Un mundo perfecto' (‘A Perfect World’, 1993) y 'Los puentes de Madison' (‘The Bridges of Madison County’, 1995) el talento de Eastwood no se hizo esperar con su retorno al género del thriller clásico con ‘Poder absoluto’ (‘Absolute Power’, 1996), película que en principio parecía uno de esos productos alimenticios con los que asegurar cierta taquilla para así embarcarse en proyectos más arriesgados —conviene recordar que su siguiente película sería la muy personal ‘Medianoche en el jardín del bien y del mal’ (Midnight in the Garden of Good and Evil’, 1997)—. Pero ya les gustaría a muchos productos comerciales tener la calidad de algunos como el que nos ocupa, en el que se pueden ver plasmadas todas las inquietudes de Eastwood como cineasta, un auténtico espectáculo cinematográfico lleno de matices, y en el que el director realiza un curioso estudio sobre la soledad.

martes, 29 de enero de 2019

'Dos hombres y un destino', el crepúsculo del género



‘Dos hombres y un destino’ (‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’, George Roy Hill, 1969) no es una película perfecta, pero hablamos de uno de los títulos míticos por excelencia, no sólo dentro del género del western, sino del cine en general. Una de las películas más recordadas y queridas de sus dos estrellas principales, Paul Newman y Robert Redford, declarando el primero en alguna ocasión que el rodaje más divertido en el que había participado fue en éste. El proyecto del film se origina en el interés de Steve McQueen, que se lo ofreció a Newman con la intención de que ambos lo protagonizasen.
De hecho, el título original en un principio iba a ser ‘The Sundance Kid and Butch Cassidy’, pero cuando McQueen se desentendió del proyecto, y entró Robert Redford, que aún no era una estrella, se cambió el orden de los nombres en el título. Maestro de ceremonias, George Roy Hill, que consiguió uno de sus mayores éxitos, y en el guion, el hoy respetadísimo William Goldman, con quien Newman ya había trabajo en la estimable ‘Harper, investigador privado’ (‘Harper’, Jack Smight, 1966).

lunes, 28 de enero de 2019

'Glass', brillante y arriesgada coda final



Tras sorprender a medio mundo con su tercera película, 'El sexto sentido' ('The Sixth Sense', 1999), M. Niht Shyamalan repitió jugada con 'El protegido' ('Unbreakable', 2000). El mismo año que Bryan Singer dirigía la excelente 'X-Men', primera aproximación al mundo mutante más popular en Marvel, y años antes de que la todopoderosa editorial se metiese en el séptimo arte a destrozar el lenguaje cinematográfico hasta límites insospechados, el director de origen hindú dejó boquiabiertos a muchos, tanto par bien como para mal, con su aproximación al mundo de los cómics, concretamente los superhéroes. A día de hoy me sigue pareciendo el mejor tratamiento en cine que se ha hecho sobre el llamado noveno arte, cuyo complemento es la también extraordinaria 'Múltiple' ('Split', 2016), film que además de dar la oportunidad a James McAvoy de realizar una de las mejores interpretaciones de los últimos años, añade a lo visto una muy inteligente mirada sobre el poder de la imaginación, firmando una de las mejores cartas de amor al poder del cine, al cine en sí mismo —la personalidad número 24 de Kevin Wendell Crumb desata el poder; el cine va a 24 fotogramas por segundo—. Con el desenlace, que la unía al universo de 'El protegido', en una carambola tan inesperada como coherente, despertó la curiosidad de muchos espectadores que desde entonces esperaron con ansiedad esta esperada secuela en la que el escritor/director rescata el personaje de Mr. Glass interpretado por Samuel L. Jackson.

jueves, 24 de enero de 2019

La Favorita - Vértices de poder


Después de llamar la atención del cine mundial con 'Canino', el director griego Yorgos Lanthimos  ha ido ascendiendo con éxito en los círculos cinematográficos. Su visión aguda de la excentricidad, su particular visión de las interacciones humanas y sus mundos distópicos donde expone y crítica las convenciones sociales en películas como 'Langosta' y 'El sacrificio de un ciervo sagrado', han dado paso hacia proyectos más grandes como 'La favorita'. Es seguramente su película más accesible y convencional, lo cual no resta mérito a todo lo que ofrece. Y desde su primera película en 2001, 'My Best Friend', no interviene en el guión. 'La Favorita' se aprovecha más de la visión particular del mundo de Lanthimos dentro de una comedia negra, de época, que parece evocar en parte a 'Barry Lyndon' y donde los comportamientos odiosos de un triángulo de mujeres cínicas y salvajes son la base absoluta de la película.

miércoles, 16 de enero de 2019

'Están vivos', un Carpenter de hace 31 años, más actual que nunca



'Están vivos' ('They Live', 1988) es una de las obras más menospreciadas sin razón del maestro John Carpenter, aquella en la que la diferencia intenciones/resultados no sólo es mínima, sino que alcanza unos máximos con una enorme economía de medios, demostrando así, como si se tratase de Roger Corman, que se puede hacer buen cine con poco presupuesto. Una película enormemente minimalista que ataca sin piedad el sistema de consumo entre otras cosas, retratando al ser humano como un auténtico borrego fácilmente influenciable y al que es fácil dominar siempre y cuando no piense por sí mismo, todo ello a partir de una muy original invasión alienígena.
Los años ochenta empezaron muy bien para Carpenter. Entre sus logros, ya sean artísticos o taquilleros encontrando un respaldo tanto crítico como del público, tenemos la primera aventura de Snake Plissken, el remake de un film no dirigido por Howard Hawks —la principal influencia del director—, la adaptación de un libro de Stephen King —uno de sus peores trabajos para quien esto firma— y la invasión de un peculiar extraterrestre con el rostro de Jeff Bridges. Tras pegarse el batacazo con 'Golpe en la pequeña China' ('Big Trouble in the Little China', 1986) y no recibir demasiados elogios por 'El príncipe de las tinieblas' ('Prince of Darkness', 1987) —ésta sí una de sus mejores obras—, el estreno de 'Están vivos' no pudo sufrir más daño dado el nulo caso que se le hizo a una película que define al ser humano con una fiereza increíble, un monigote al servicio del poder y cuya lectura social resulta hoy más actual que entonces.

martes, 15 de enero de 2019

'El vicio del poder', otra gran apuesta



Adam McKay ha formado un buen equipo con Will Ferrell, y viceversa. De dirigir al popular actor en algunas de las comedias más respetadas en el género actualmente —caso de 'El reportero: La leyenda de Ron Burgundy' ('Anchorman', 2004), su secuela o 'Los otros dos' ('The Other Guys', 2010), por ejemplo— a producir con el mismo dos films que están llenando de prestigio a McKay, ya con un Oscar en su poder por el guion de la magistral 'La gran apuesta' ('The Big Short', 2015), una contundente bofetada al sistema que provocó/permitió la crisis económica mundial de hace diez años y que, digan lo que digan los de arriba, aún continúa. A día de hoy me sigue pareciendo su mejor película. Directa, rabiosa, inteligente en el uso del lenguaje y por supuesto, provocadora, aún a pesar del riesgo que McKay corre.

Exactamente el mismo riesgo ha corrido el director natural de Philadelphia a la hora de retratar la figura de Dick Chenney, quien llegó a ser vicepresidente de los Estados Unidos tras una larga carrera política y terminó convirtiéndose en uno de los hombres más poderosos y peligrosos del planeta. Un hombre muy seguro de sí mismo que jamás ha pedido disculpas por las atrocidades que permitió y ordenó. 'El vicio del poder' es el erróneo titulo que ha recibido aquí 'Vice' —realmente quiere decir Vicepresidente, pero tenemos traductores ciegos—, y el film, tan visceral y enérgico como el anterior trabajo de McKay, corre el peligro de ser malinterpretado, de que pensemos que McKay siente admiración por alguien tan detestable como Chenney.


domingo, 13 de enero de 2019

'A Life at Stake', no te fíes de nadie



He aquí una de esas películas clásicas poco, o nada, conocidas. Un drama con toques noir, o un noir con toques dramáticos. 'A Life at Stake' (Paul Guilfoyle, 1955) supone el segundo trabajo tras las cámaras del intérprete Paul Guilfoyle, quien tuvo una extensa carrera como actor secundario durante más de tres décadas, siendo especialmente recordado por su personaje en 'Al rojo vivo' ('Red Heat', Raoul Walsh, 1949) en el tramo carcelario de la cinta. En los años cincuenta debutó como director en la televisión, medio en el que dirigió varios episodios de numerosas series. Para la pantalla grande dirigió únicamente tres películas que prácticamente han sido olvidadas en el tiempo. En ellas no prescinde de tics televisivos.


miércoles, 9 de enero de 2019

'The Old Man & the Gun', un hombre y un destino



'The Old Man & The Gun' (íd., David Lowery, 2018) pasará a la historia del cine como la película que significó el adiós de Robert Redford a la interpretación —anotemos que aún tiene pendiente de estreno 'Buttons' (Tim Janis, 2018)—. El broche de oro perfecto de un actor, también productor y director, que nada tiene que demostrar a estas alturas, y menos en una época en la que el cine va camino de ser interpretado, y realizado, por programas de ordenador. Redford, que se dio a conocer prácticamente cuando el mal llamado cine moderno daba comienzo, parece pertenecer ahora a una época aún más lejana. El ensordecimiento visual, valga la expresión, al que tiende buena parte del cine actual parece caminar en dirección contraria a la de actores como el creador del Festival de Sundance.

Y sin embargo ha encontrado en un director moderno —conocedor como pocos de las posibilidades de los avances que hoy día un director de cine tiene a su alcance; o mejor dicho, uno de los más perfectos traductores al respecto que el cine, al menos el estadounidense, posee— como David Lowery al compañero perfecto para retratar esta especie de elegía a toda una forma de vida. Así pues, el personaje de un Redford de 82 años, inspirado por cierto en un personaje real —lo cual empareja esta película con 'Mula' ('The Mule', Clint Eastwood, 2018)— sirve como reflejo de toda una vida dedicada a una labor que en manos del actor siempre ha parecido que era algo fácil de hacer.


Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...