Cuando pensamos en cine de aventuras, imaginamos a una persona o varias personas pasando dificultades extremas para encontrar un tesoro. Lo que nos atrae de ese género son las vivencias de esos personajes, lo que afrentan, si hay un villano que les entorpece y si al final este tesoro final vale la pena para todo el duro viaje que han sufrido. Cuando lees el título de 'El Tesoro de Sierra Madre', crees que te encuentras con ese tipo de película. Y si, la genial película de John Huston es cine de aventuras. Pero de otro tipo, de otro estilo. Una aventura donde la condición humana y sus defectos se exponen al espectador. Y pocos directores en la historia del cine son tan capaces de mostrar todo eso que John Huston. Un director que supo escenificar la aventura y además aportar una mirada introspectiva, desde películas como 'Moby Dick' y 'La Reina de África' llegando hasta 'El hombre que pudo reinar'
Aparte de su amor por la aventura, John Huston consiguió adaptar y llevar a la gran pantalla novelas de Dashiel Hammett, James Joyce, Tennesse Williams, Herman Melville o incluso Rudyard Kipling, siendo además todas ellas unas adaptaciones fantásticas. En 1947, la Warner le ofrece la adaptación de la obra de B. Traven, un misterioso escritor cuyo libro se centra en la camaradería, el poder y la ambición de riquezas. John Huston ya había leído el libro una década antes y siempre había pensado que con ese material haría una gran película. El libro de Traven le recordó a Huston sus propias aventuras en la caballería mexicana. Fue el momento ideal para Huston de rodar la película. Dado el éxito de 'El halcón maltés' en 1941, en Warner se tenía confianza en el director y pudo además escribir el guión. Además se guardó un pequeño papel en la película como un turista estadounidense. Con casi cuatro millones de presupuesto, fue uno de los proyectos más ambiciosos de Warner en aquellos años.
'El Tesoro de Sierra Madre' nos sitúa en el México de los años 20, Fred Dobbs (Humphrey Bogart) es un mendigo estadounidense que malvive en la ciudad de Tampico. Tras intentar infructuosamente encontrar un empleo digno, decide asociarse con dos compatriotas: Howard (Walter Huston) y Bob Curtin (Tim Holt) para abandonar la ciudad y viajar a lo más recóndito de Sierra Madre del estado de Michoacán para buscar oro y salir así de su miseria. Para realizar toda la película, se decidió rodar en parajes naturales y localizaciones fuera de Estados Unidos. No era lo habitual en una época donde prácticamente todo se rodaba en estudio. John Huston y su productor, Henry Blake, convencieron a Jack Warner de que el proyecto era viable. La preproducción se realizó con un suplente de Bogart, seguido de la filmación en las localizaciones exteriores con los protagonistas. Y poco después ya se rodaron en estudio las escenas de interiores como el tiroteo de los bandidos. John Huston se centro en la adaptación en concentrarlo todo sobre la codicias y las debilidades de los tres personajes principales: "Yo sé lo que el oro hace en el alma de los hombres". Esa frase que dicen Howard es la que define el camino que lleva 'El Tesoro de Sierra Madre'.
Y es que ese Dobbs es el personaje central de 'El Tesoro de Sierra Madre'. Es un hombre desgarrado por una enfermiza sed de oro y que emprende la aventura con el único objetivo de enriquecerse. En ningún momento tiene un plan. Solo se dejar llevar por la ambición y la desconfianza en cada situación que afronta. Ese Dobbs refleja el carácter del perdedor que tanto abunda en el cine de Huston. Es alguien sin suerte, rechazado en todas partes, engañado pero el azar pone todo su mundo patas arriba: tras comprar un billete de lotería, invierte esos pocos dólares en montar una expedición para encontrar una veta de oro. Junto a él se unen Howard (Walter Huston) y Curtin (Tim Holt). Pero Sierra Madre es un lugar duro y desértico donde lo que más abunda son lagartos y bandidos. Todo eso produce que su moral sea quebradiza y que vayan perdiendo la paciencia. Gracias a Howard, encuentran una veta de oro y es durante su extracción donde van surgiendo tensiones. Dobbs es el principal responsable de ese ambiente tan tenso. Es cuando le invade la paranoia y la descofianza. Ha logrado su objetivo: conseguir el oro. Pero ¿Qué hará con él? ¿Puede conseguir más? Se plantea tantas preguntas e inquietudes que entra en una espiral autodestructiva. Dobbs es un aventurero desprovisto de moral que vide solo por una obsesión: poseer más y más oro. Es una caída en picado a las profundidades más absurdas del ser humanos. De hecho el final de Dobbs se desarrolla en una ciudad en ruinas que simboliza su propia existencia. Todo está perdido para Dobbs: su tesoro, sus esperanzas y su vida.
Por otra parte tenemos a Howard (Walter Huston). En principio parece un ancianos en los últimos días de su vida. Habla de viejos recuerdos pero nadie le hace caso. Solo Dobbs. Sediento de oro es capaz de tragarse cualquier historia relacionada con el oro. Howard se une a la expedición como si fuera su última oportunidad en la vida de conseguir algo. Pero para Howard esa aventura es distinta. En los parajes desoladores de Sierra Madre se siente como en casa y en la búsqueda de la veta de oro, Howard recupera el gusto por la vida. Para él, la aventura es sinónimo de vitalidad y se alimenta de ella. Con este personaje, John Huston demuestra que el hombre solo existe en relación a la adversidad y no importar la caída, lo importante es enfrentarla y seguir hacia delante. Para Howard es un disfrute solo estar allí por el placer de la aventura. Cuando conoces a los indios y salva a uno de los niños, la aventura ya le supone algo secundario y disfruta siendo agasajado por los nativos como un rey. Esa situación nos recuerda a una película muy posterior de John Huston: 'El hombre que pudo reinar'. Cuando el oro se pierde, Howard ha encontrado un lugar para sus últimos días. Howard es la esencia de lo que John Huston considera aventura: lo importante no es el objetivo, lo es el camino y lo que va pasando. El placer de los sentidos,el hedonismo, es la meta que consigue al final Howard. Además una de sus frases finales es muy definitoria: "Ríete, Curtin, muchacho,es una broma que nos ha jugado el señor, el destino o la naturaleza, lo que prefieras, pero fuera lo que fuera, ¡desde luego tenía sentido del humor! ¡El oro ha vuelto adonde lo encontramos!"
No fue una coincidencia que John Huston le ofreciera este papel a su padre. Walter Huston realiza una actuación muy notable. Toda esa energía y alegría de vivir infunde a su personaje una fuerza impresionante. Además hubo escenas donde Walter Huston habla español con fluidez, un idioma que desconocía. Una mexicana le escribió las líneas de diálogo en español a Walter Huston y él simplemente las memorizo tan bien que muchos asumieron que conocía totalmente el idioma. La Academia de los Oscar se enamoró de esta actuación y le otorgaron el Oscar al Mejor Actor Secundario. Al recibir la estatuilla en la Ceremonia de los Oscar de 1948 dijo: "Hace muchos, muchos años, crié a un niño y le dije: 'Hijo, si alguna vez te conviertes en escritor, trata de escribir un buen personaje para tu viejo en algún momento' ... Bueno, eso es lo que hizo"
El tercer personaje es Curtin, un joven idealista y sincero. No tiene la experiencia de Dobbs y Howard. Es un hombre que se está formando en la vida. Va a Sierra Madre a buscar oro pero ese dinero acumulado le servirá para construírse un futuro sencillo: un rancho, una esposa y una familia. Es de los tres personajes el más moderno. Como una idealización del sueño americano. Al final, Curtin saca provecho de la experiencia y toma plena conciencia de que hacer con su futuro. Son tres personajes distintos y 'El Tesoro de Sierra Madre' explora su desintegración. Cada cual saca de la aventura un provecho, a pesar de que ahonde en los parajes más oscuros de la condición y comportamiento humano. Al describir el destino de estos personajes, John Huston demuestra que en la aventura no es el objetivo que quiere alcanzar. Más bien la experiencia que conduce a ella.
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