Hoy tenemos una firma invitada con nosotros. Vincenzo Lameto, además de un nombre inventado para un gag de 'Seinfeld', es el alias elegido por nuestro invitado, que prefiere mantenerse en la sombra.
"El
viernes pasado un amigo me hizo un comentario a través de whatsapp. Dicho
comentario me dio que pensar. Y posteriormente, a las cuatro de la madrugada,
tuve una revelación: finalmente me di cuenta de por qué se hace el tipo de cine
que se hace, a nivel general, pero sobre todo en España en particular.
La
mayoría de películas (y sobre todo series) “se venden” a partir de un
tratamiento, un dossier o una simple sinopsis. La mayoría de los productores o responsables
de una televisión no leen guiones. Así de claro. Delegan en ayudantes, becarios
o incluso lectores externos. La mayoría de ellos no tienen ni idea de cine. No
saben nada, no han visto nada, no han leído nada… Y un tratamiento lo aguanta
todo. En un tratamiento, tú dices lo que un personaje va a hacer, pero no
tienes que explicar por qué lo hace. Y es ahí donde radica el problema. El
guión, el guión de verdad, es el que llena esos huecos. Y cuando no lo hace,
las películas están llenas de lagunas o son una sucesión de secuencias chulas
sin una conexión plausible. Los personajes secundarios se diluyen, o
simplemente desaparecen, como en Ocho Apellidos Vascos, la película española
más taquillera de la historia. La credibilidad brilla por su ausencia y el
desarrollo de la trama va a trompicones. Pero eso sí, tenemos tres o cuatro
secuencias cojonudas que parecen justificarlo todo. ¿Y cómo llegamos a esas
secuencias? Bueno, en palabras de otro amigo mío: si al espectador no le
importa, a nosotros tampoco.