Mostrando entradas con la etiqueta David Warner. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta David Warner. Mostrar todas las entradas

miércoles, 29 de enero de 2020

'La balada de Cable Hogue', la película más personal de Peckinpah


Sam Peckinpah estaba montando 'Grupo salvaje' ('The Wild Bunch', 1969) y ya se encontraba rodando su siguiente película, 'La balada de Cable Hogue' ('The Ballad of Cable Hogue', 1970), cuyo guion fue ofrecido a L.Q. Jones —uno de los actores fetiche del director— en una época en la que Peckinpah no tenía ni para comer. El exitazo del film protagonizado por William Holden cambiaría las cosas al menos en un sentido y es que desde entonces Peckipanh no tendría problemas para encontrar trabajo, algo que siempre le costó conseguir hasta el estreno del western que lo cambió todo. Sin embargo la excelente acogida crítica y de público —lo que hizo que el mismo estudio, la Warner, le financiase y distribuyese 'La balada de Cable Hogue'— fue un arma de doble filo, pues todo el mundo esperaba otra orgía de violencia y acción en su siguiente trabajo.
Pero 'La balada de Cable Hogue' es una película muy distinta al anterior film de Peckinpah aún enmarcándose dentro del género del western, lo que hizo que muchos se despistasen esperando encontrar otra cosa. En realidad hablamos de la película más personal de su autor, aquella en la que puso más de sí mismo, y que paradójicamente fue un fracaso. El tiempo la ha puesto en su lugar, desvelándose como un film magistral no sólo dentro de la filmografía de Peckinpah, sino también dentro del western, que en aquellos años acentuaba su lado crepuscular, y dentro del nuevo cine que se inició en los 70, década en la que empezó a destacar una nueva ornada de directores, tales como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, George Lucas o Steven Spielberg entre otros, que enseguida marcaron la pauta a seguir en años futuros.

martes, 15 de mayo de 2018

'La cruz de hierro', te llevaré donde crecen esas cruces


                                                                                                      A Javi Leiva
La segunda mitad de la década de los 70 y parte de los 80, hasta su temprana muerte, fue la etapa de decadencia de Sam Peckinpah, tanto a nivel personal como artísticamente hablando. Tras el calamitoso rodaje de ‘Los aristócratas del crimen’ que fue un relativo éxito, Peckinpah tuvo muchas ofertas, entre ellas las de dirigir ‘King Kong’ y ‘Supermán’, películas que acabaron en manos de John Guillermin y Richard Donner, ya que el director de ‘Pat Garrett y Billy the Kid’ se decantó por ‘La cruz de hierro’, la adaptación de un novela, cuyo primer guión fue escrito por Julius J. Epstein, prestigioso escritor de films como ‘Casablanca’ (id, 1942, Michael Curtiz), ‘Yanqui Dandy’ (‘Yanquee Doodle Dandy, 1942, Michael Curtiz) o 'Arsénico por compasión' (‘Arsenic and Old Lace’, 1946, Frank Capra). Curiosamente el primer borrador de Epstein no convenció nada a Peckinpah.
Fue entonces cuando se precisó la ayuda del propio director acompañado de James Hamilton y Walter Kelley para reescribir el guión, el cual vino de perlas a Peckinpah para hablar sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y por ende de cualquier guerra. Resulta curioso que en esta historia no exista uno de los elementos característicos de su autor: la amistad traicionada. Peckinpah debió pensar que el tratamiento que iba a dar de la guerra ya era suficiente para sus personajes. Y es que no estamos ante un film bélico al uso. Sus aterradoras imágenes provocan el absoluto rechazo ante uno de los inventos más estúpidos del ser humano, y Peckinpah lo logra sin discursos ideológicos de ningún tipo.

Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...