miércoles, 29 de enero de 2020

'La balada de Cable Hogue', la película más personal de Peckinpah


Sam Peckinpah estaba montando 'Grupo salvaje' ('The Wild Bunch', 1969) y ya se encontraba rodando su siguiente película, 'La balada de Cable Hogue' ('The Ballad of Cable Hogue', 1970), cuyo guion fue ofrecido a L.Q. Jones —uno de los actores fetiche del director— en una época en la que Peckinpah no tenía ni para comer. El exitazo del film protagonizado por William Holden cambiaría las cosas al menos en un sentido y es que desde entonces Peckipanh no tendría problemas para encontrar trabajo, algo que siempre le costó conseguir hasta el estreno del western que lo cambió todo. Sin embargo la excelente acogida crítica y de público —lo que hizo que el mismo estudio, la Warner, le financiase y distribuyese 'La balada de Cable Hogue'— fue un arma de doble filo, pues todo el mundo esperaba otra orgía de violencia y acción en su siguiente trabajo.
Pero 'La balada de Cable Hogue' es una película muy distinta al anterior film de Peckinpah aún enmarcándose dentro del género del western, lo que hizo que muchos se despistasen esperando encontrar otra cosa. En realidad hablamos de la película más personal de su autor, aquella en la que puso más de sí mismo, y que paradójicamente fue un fracaso. El tiempo la ha puesto en su lugar, desvelándose como un film magistral no sólo dentro de la filmografía de Peckinpah, sino también dentro del western, que en aquellos años acentuaba su lado crepuscular, y dentro del nuevo cine que se inició en los 70, década en la que empezó a destacar una nueva ornada de directores, tales como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, George Lucas o Steven Spielberg entre otros, que enseguida marcaron la pauta a seguir en años futuros.

lunes, 27 de enero de 2020

'A las nueve cada noche', el terrible universo infantil


‘A las nueve cada noche’ (‘Our Mother’s House’, Jack Clayton, 1967) es una de las películas más retorcidas y duras de su director, el poco conocido y muy reivindicable Jack Clayton, quien se ganó la inmortalidad por haber dirigido el mejor relato sobre fantasmas jamás realizado, ‘Suspense’ (‘The Innocents’, 1961), una de las películas más influyentes que han existido, y con la que la presente guarda algunas similitudes, por cuanto también retrata parte del siempre complicado universo infantil.
La cuarta película de un director que sólo dirigió siete es también su última gran obra, un film tan valiente en su concepción como en sus variados, y equilibrados, tonos. Adaptación de la novela de Julian Gloag ‘Our Mother’s House’, el film es una visión de la vida a través de los inexpertos ojos de siete hermanos, condenados a aprender a marchas forzadas, creando su propio mundo con leyes propias e incluso propia religión.

jueves, 16 de enero de 2020

'La cosa', magistral inicio de la Trilogía del Apocalipsis




En Francia soy un autor, en Alemania soy un director de cine, en Inglaterra soy un director de películas de terror y en Estados Unidos soy una puta mierda
Así se expresaba el propio John Carpenter hace ya unos cuantos años cuando se le preguntaba por la mala recepción crítica de sus películas en su país de origen, los Estados Unidos de América. Resulta curioso que con el paso del tiempo, que la mayoría de las veces suele poner las cosas en su sitio, Carpenter sea todavía rechazado por la mayoría de los cinéfilos e incluso críticos que no ven nada de especial en un director que ha sabido moverse con agilidad dentro de los cánones del cine comercial pero sin sucumbir a las típicas concesiones de este tipo de cine. Hoy vamos con la que muchos consideran su mejor película: ‘La cosa’ (‘The Thing’, 1982).
La película es la primera entrega de la llamada Trilogía del Apocalipsis, seguida en la magnífica ‘El príncipe de las tinieblas’ (‘Prince of Darkness’, 1987) —una de las películas más infravaloradas de su autor— y la magistral ‘En la boca del miedo’ (‘In the Mouth of Madness’, 1995). También se trata de una nueva adaptación del relato de John W. Campbell Jr. que ya había conocido una traslación al cine de la mano de Howard Hawks y Christian I. Niby en 'El enigma de otro mundo' (‘The Thing From Another World’, 1951), una película que había impresionado mucho a Carpenter —en 'La noche de Halloween' es el film proyectado en televisión en un momento dado—, pero que distaba mucho de ser una adaptación fiel de un relato con enormes posibilidades.

sábado, 11 de enero de 2020

'1917', en tierra de nadie.


Cuando se habla de cine bélico, siempre evocamos esas películas de la Segunda Guerra Mundial. No en vano fue el conflicto más mortal de la Historia y además bastante reciente. Pero antes hubo otro enfrentamiento mundial que marcó, según algunos historiadores, el fin del siglo XIX y el principio del siglo XX: La Primera Guerra Mundial. Curiosamente no fue llamada así hasta pasados unos años de su finalización. Era llamada la Gran Guerra, la guerra que iba a acabar con todas las guerras. Y fue un caldo de cultivo para la aún más cruenta guerra que hubo años después. En el cine su dimensión no ha sido tan amplia como cabía esperar. De hecho si preguntas a cualquier aficionado al cine te mencionará muy pocas, como por ejemplo 'Senderos de gloria' (1957),  'Sin novedad en el frente' (1930) y 'War Horse' (2011). Apurando mucho tal vez te digan otras como 'El gran desfile' (1925), 'La gran ilusión' (1937), 'Alas' (1927),  'Gallipoli' (1981) y 'El sargento York' (1941). Fue además un hecho histórico del cual hay muy poco material grabado. Sam Mendes sintió ese compromiso de transmitir lo que fue aquella cruenta. Más de cien años después, no hay ningún superviviente vivo que fuera testigo de todo aquello. Según comentó Mendes: "La primera vez que entendí la idea de la guerra fue cuando mi abuelo me contó sus experiencias sobre la Primera Guerra Mundial. Esta película no es una historia sobre mi abuelo, es más bien su espíritu y lo que pasaron aquellos hombres, sus sacrificios y la sensación de creer en algo más grande que ellos mismos".

viernes, 10 de enero de 2020

'La sombra del actor', el olvido



‘La sombra del actor’ (‘The Humbling’, Barry Levinson, 2014) tiene muchos puntos en común con la oscarizada ‘Birdman’ (íd., Alejandro González Iñárritu, 2014), aunque sin tanto artificio y filosofía barata. Su éxito fue mucho menor porque, a pesar de cuestiones formales que chirrían por momentos, sus reflexiones son más profundas, y quizá más terribles que las planteadas en el film del mexicano. Además ofrece una de las más portentosas interpretaciones de Al Pacino.
Sorprende, no obstante, que un proyecto de estas manos recaiga en Barry Levinson, casi siempre asociado a otro tipo de películas, eso sí, con repartos, en algunas ocasiones, que quitan el hipo. El director fue convencido por el propio Pacino, encantado con el libro de Philip Roth –autor del que generalmente se hacen horrorosas adaptaciones−, juntando a Levinson con alguien como Buck Henry, guionista de films como ‘El graduado’ (‘The Graduate’, Mike Nichols, 1967) o ‘¿Qué me pasa, doctor?’ (What’s Up, Doc?’, Peter Bogdanovich, 1972).

jueves, 9 de enero de 2020

'Las novias de Drácula', cuento gótico de horror, atrevido y retorcido



Tras el éxito de ‘Drácula’ era de esperar una secuela aunque ‘Las novias de Drácula’ (‘The Brides of Dracula’, 1960) es más un spin off, ya que en ella seguimos las aventuras del profesor Van Helsing y no del rey de los vampiros. No quedan muy claras las razones por las que en esta secuela no hace acto de presencia el conde Drácula y con él el imponente actor Christopher Lee, que no retomaría su personaje más popular hasta 1966 de la mano de Fisher en su segunda y última incursión en el mítico personaje. Según diversas fuentes, unas afirman que Lee no aceptó interpretar de nuevo al personaje porque no quería encasillarse, otras que en realidad la productora no se lo pidió temerosa de que éste pidiera una cantidad desorbitada de dinero.
Sea como fuere, lo cierto es que la presente película puede considerarse un paso más por parte de Fisher dentro del género vampírico, una vuelta de tuerca sobre lo que ya había planteado en su ‘Drácula’ (‘Horror of Dracula, 1958), subrayando las connotaciones religiosas del relato. Al encarnar el vampiro la representación del Mal, recurrir a las creencias religiosas apoyadas en la utilización de crucifijos o agua bendita como única y verdadera salvación, era algo lógico. Pero sobre todo ‘Las novias de Dracula’; es un cuento gótico de horror, atrevido y retorcido en el que se sigue indagando en el lado sexual del vampiro.

martes, 7 de enero de 2020

'Pero... ¿quién mató a Harry?', la rareza


‘Pero… ¿quién mató a Harry’ (‘The Trouble with Harry’, Alfred Hitchcock, 1954) supone una de las rarezas dentro de la filmografía del director británico. Un film que, con el paso de los años ha ido dividiendo al público, entre aquellos que la rechazan por no parecerse a lo que Hitchcock nos tiene acostumbrados, y aquellos que la reciben con los brazos abiertos con muy buen humor. Para el director siempre fue uno de sus films preferidos, el cual filmó con poco dinero y actores que no eran estrellas.
La película nació del interés del propio director de hacer algo divertido alrededor de un suceso dramático, por ejemplo, la aparición de un cadáver, y que en realidad va quedando en segundo plano mientras se narran las vicisitudes de los personajes implicados, directa o indirectamente, con el mismo. El tan utilizado Macguffin llevado hasta sus últimas consecuencias, un hombre muerto como excusa argumental para narrar otras cosas.

Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...