Mostrando entradas con la etiqueta Sam Peckinpah. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Sam Peckinpah. Mostrar todas las entradas

miércoles, 29 de enero de 2020

'La balada de Cable Hogue', la película más personal de Peckinpah


Sam Peckinpah estaba montando 'Grupo salvaje' ('The Wild Bunch', 1969) y ya se encontraba rodando su siguiente película, 'La balada de Cable Hogue' ('The Ballad of Cable Hogue', 1970), cuyo guion fue ofrecido a L.Q. Jones —uno de los actores fetiche del director— en una época en la que Peckinpah no tenía ni para comer. El exitazo del film protagonizado por William Holden cambiaría las cosas al menos en un sentido y es que desde entonces Peckipanh no tendría problemas para encontrar trabajo, algo que siempre le costó conseguir hasta el estreno del western que lo cambió todo. Sin embargo la excelente acogida crítica y de público —lo que hizo que el mismo estudio, la Warner, le financiase y distribuyese 'La balada de Cable Hogue'— fue un arma de doble filo, pues todo el mundo esperaba otra orgía de violencia y acción en su siguiente trabajo.
Pero 'La balada de Cable Hogue' es una película muy distinta al anterior film de Peckinpah aún enmarcándose dentro del género del western, lo que hizo que muchos se despistasen esperando encontrar otra cosa. En realidad hablamos de la película más personal de su autor, aquella en la que puso más de sí mismo, y que paradójicamente fue un fracaso. El tiempo la ha puesto en su lugar, desvelándose como un film magistral no sólo dentro de la filmografía de Peckinpah, sino también dentro del western, que en aquellos años acentuaba su lado crepuscular, y dentro del nuevo cine que se inició en los 70, década en la que empezó a destacar una nueva ornada de directores, tales como Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, George Lucas o Steven Spielberg entre otros, que enseguida marcaron la pauta a seguir en años futuros.

jueves, 14 de noviembre de 2019

'Mundo sin fin', viajando en el tiempo desde Marte


‘Mundo sin fin’ (‘World Without End’, Edward Bernds, 1956) es el primer título de Sci-Fi de su director, un todoterreno sin demasiado talento, pero sí muchas ganas. El film es uno de los más originales de aquella época de los cincuenta, y al mismo tiempo uno de los más risibles, si se mira con la lupa de la ideología y al que el paso del tiempo ha dañado considerablemente en algunas partes, a pesar del glorioso cinemascope que luce todo el film. Sin embargo posee más elementos que la hacen disfrutable, eso sí, entrando en el juego. Como siempre.
Para empezar, la película supone todo un precedente de esa joya del género titulada ‘El planeta de los simios’ (‘The Planet of the Apes’, Franklin J. Schaffner, 1968), puesto que el argumento y el inicio son casi idénticos. Sin embargo, allí donde Schaffner triunfa, con un manejo del suspense y convenientes dosis de aventura bien entendida, Bernds se limita a ser anecdótico, desaprovechando las enormes posibilidades de un viaje en el tiempo, desde ese planeta que tanto ha fascinado al cine en diversas épocas.

domingo, 28 de julio de 2019

'Clave: Omega', profética coda final


Los primeros años 80 fueron especialmente difíciles para Sam Peckinpah. Su salud empezaba a deteriorarse peligrosamente, y el polémico director optó por llevar una vida más tranquila. Cinematográficamente se vio obligado a considerar proyectos a los que no encontraba ningún interés. Dirigir el cine que quería ya no era tan fácil, en realidad para él nunca lo había sido, pero en una época en la que la forma de hacer cine en Hollywood estaba cambiando, Peckinpah tuvo de repente la necesidad, indudablemente económica, de someterse a los estudios y demostrar a los productores que podía hacer perfectamente una película sin salirse de presupuesto y días de rodaje.

domingo, 14 de julio de 2019

'Jinxed!', el maestro ayudando a su maestro


El negocio del cine es de una ironía apabullante. Si hay un dicho en Hollywood que dice que un director vale lo que su última película, hablando evidentemente en términos económicos, —sabía mucho de esto Michael Cimino—, en el caso particular de Sam Peckinpah fue al revés. ‘Convoy’ (íd., 1978) había sido el mayor éxito económico del director, pero curiosamente tuvo muchos problemas para volver a dirigir. Probablemente tuvo mucho que ver el difícil carácter de Peckipnah, que le llevaba a tener enfados con muchísima gente del sector, sobre todo productores, los archienemigos del realizador durante toda su carrera con la excepción en ‘Quiero la cabeza de Alfredo García’ (‘Bring me the Head of Alfredo Garcia’, 1974) en la que tuvo total libertad. Peckinaph siempre se refirió a ese trabajo como el único enteramente suyo.

jueves, 24 de mayo de 2018

'Pat Garret y Billy the Kid', el fin de una época


El presente film es, para un servidor, el punto más alto en la filmografía de Sam Peckinpah. Cuando se trata de debatir cuál puede ser la mejor película de Peckinpah, y la cosa siempre está entre ‘Grupo salvaje’ (‘The Wild Bunch’, 1969) y ‘Pat Garrett y Billy the Kid’(‘Pat Garrett & Billy The Kid’, 1973). El film protagonizado por William Holden es una cumbre del género western, de eso no hay duda, una película gracias a la cual el género se revalorizó y se abrió a nuevos caminos cuando éste ya parecía muerto. Una obra maestra cuya influencia en el cine posterior aún continúa dándose en la actualidad, pero la película que hoy nos ocupa es la representación máxima de todas las inquietudes de Peckinpah, yendo si cabe, un paso más allá.

martes, 15 de mayo de 2018

'La cruz de hierro', te llevaré donde crecen esas cruces


                                                                                                      A Javi Leiva
La segunda mitad de la década de los 70 y parte de los 80, hasta su temprana muerte, fue la etapa de decadencia de Sam Peckinpah, tanto a nivel personal como artísticamente hablando. Tras el calamitoso rodaje de ‘Los aristócratas del crimen’ que fue un relativo éxito, Peckinpah tuvo muchas ofertas, entre ellas las de dirigir ‘King Kong’ y ‘Supermán’, películas que acabaron en manos de John Guillermin y Richard Donner, ya que el director de ‘Pat Garrett y Billy the Kid’ se decantó por ‘La cruz de hierro’, la adaptación de un novela, cuyo primer guión fue escrito por Julius J. Epstein, prestigioso escritor de films como ‘Casablanca’ (id, 1942, Michael Curtiz), ‘Yanqui Dandy’ (‘Yanquee Doodle Dandy, 1942, Michael Curtiz) o 'Arsénico por compasión' (‘Arsenic and Old Lace’, 1946, Frank Capra). Curiosamente el primer borrador de Epstein no convenció nada a Peckinpah.
Fue entonces cuando se precisó la ayuda del propio director acompañado de James Hamilton y Walter Kelley para reescribir el guión, el cual vino de perlas a Peckinpah para hablar sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y por ende de cualquier guerra. Resulta curioso que en esta historia no exista uno de los elementos característicos de su autor: la amistad traicionada. Peckinpah debió pensar que el tratamiento que iba a dar de la guerra ya era suficiente para sus personajes. Y es que no estamos ante un film bélico al uso. Sus aterradoras imágenes provocan el absoluto rechazo ante uno de los inventos más estúpidos del ser humano, y Peckinpah lo logra sin discursos ideológicos de ningún tipo.

domingo, 4 de febrero de 2018

'Junior Bonner', las épocas que acaban


En algunos de los libros dedicados a la figura de Sam Peckinpah, a excepción de la maravilla escrita por Garner Simmons —lectura que recomiendo a todo cinéfilo— se suele hablar poco de una película como 'Junior Bonner' (id, 1972) tal vez porque en su momento tuvo una pobre recepción crítica, y tampoco fue un éxito de taquilla. Con el paso del tiempo —esa cosa que dicen pone todo en su sitio aunque no siempre sea así— la película ha ido ganando en apreciación sobre todo por parte del sector crítico, pero aún así creo que no se le ha hecho la justicia que merece. Parece como si no se le perdonara a su autor el salirse de los límites de todo aquello a lo que nos tenía acostumbrados, pero lo cierto es que hay mucho de Peckinpah en una película en la que, por primera vez en su carrera, no incidía en la violencia, al menos en una violencia física visual.

Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...