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sábado, 19 de mayo de 2018

'A sangre fría', contundente alegato contra la pena de muerte



Los años 60 fueron el período de más cambios en el cine a nivel mundial, reflejo evidentemente de los cambios de una sociedad, en este caso, la estadounidense, que empezaba a ver cómo sus hijos se marchaban a una guerra que no ganarían. El arte comenzaba a ser más libre, y el cine daba muestras de ese cambio con la incursión de la Nouvelle Vague en Francia, en Inglaterra el Free cinema haría verdaderos estragos, y al otro lado del charco, darían entrada a una serie de realizadores salidos de la televisión, que cambiarían por completo la forma de hacer cine, y formarían una especie de prolegómeno de los directores que invadirían el cine en la siguiente década: Scorsese, Coppola, Spielberg, etc. Me refiero a directores como Arthur Penn, Sidney Lumet, John Frankenheimer, o el que hoy nos ocupa con una de sus mejores obras, 'A sangre fría' ('In Cold Blood', 1967), Richard Brooks.

viernes, 18 de mayo de 2018

'La gata sobre el tejado de zinc', los espacios de Tennesse Williams


‘La gata sobre el tejado de zinc’ (‘Cat on a Hot Tin Roof’, Richard Brooks, 1958) es una de las películas más famosas en la filmografía de Paul Newman. También en la de Elizabeth Taylor, quien sin duda realizó una de sus mejores interpretaciones. Lo cierto es que estamos hablando de uno de esos clásicos incólumes que generación tras generación va ganando adeptos y consolidándose su fama de título inmortal a través del paso del tiempo. Basada en la obra homónima de Tennesse Williams, quien primero no comulgaba con la versión cinematográfica, y años más tarde opinaba un poco mejor.

lunes, 19 de febrero de 2018

'Los profesionales', morimos porque es inevitable



La revolución es como la más bella historia de amor. Al principio, ella es una diosa, una causa pura, pero todos los amores tienen un terrible enemigo: El tiempo. Tú la ves tal como es. La revolución no es una diosa sino una mujerzuela; nunca ha sido pura ni virtuosa ni perfecta. Así que huimos y encontramos otro amor, otra causa, pero sólo son asuntos mezquinos. Lujuria pero no amor, pasión pero sin compasión. Y sin un amor, sin una causa, no somos nada. Nos quedamos porque tenemos fe. Nos marchamos porque nos desengañamos. Volvemos porque nos sentimos perdidos. Morimos porque es inevitable.


El western cinematográfico es pura fantasía, una fábula que nada tiene que ver con el verdadero oeste, en el que jamás existieron pistoleros rápidos, ni héroes, más bien todo lo contrario. Y si a mi parecer el western es el género cinematográfico por excelencia es precisamente por esa cualidad de buscar la verdad a partir de la fábula. Nunca un mundo imaginario fue tan auténtico como el western.

domingo, 12 de noviembre de 2017

'La calle del misterio', la búsqueda de la verdad


John Sturges fue conocido sobre todo por sus westerns de los años 50 y 60, entre los que destaco 'Duelo de titanes' ('Gunfight at the O.K. Corral', 1957) y 'El último tren de Gun Hill' ('Last Train From Gun Hill', 1959), y su nombre pasará a la historia por haber dirigido dos de las películas más populares que existen, 'Los siete magníficos' ('The Magnificent Seven', 1960) y 'La gran evasión' ('The Great Escape', 1963). Antes de hacerse cargo de películas caras y en glorioso cinemascope, Sturges tuvo una primera etapa de películas pequeñas en lo que respecta a presupuesto, y trabajando para la Metro Goldwyn Mayer realizó algunas películas policíacas como la que nos ocupa, 'La calle del misterio' ('Mystery Street', 1950). Hay en ella numerosos elementos para considerarla una de sus mejores obras, casi a la altura de 'Conspiración de silencio' ('Bad Day at Black Rock, 1955), para el que firma la obra maestra de Sturges.

martes, 15 de agosto de 2017

El fuego y la palabra - La hipocresía de la fe


Lo primero que sorprende a la hora de ver 'El fuego y la palabra' es una nota con una advertencia de productores en la cual dicen que los niños no deberían ver esta película. En apariencia, una película sobre la religión no debería ser algo que causase tanto alboroto y en concreto tratándose de un borracho con mucha labia, que se vuelve predicador para seducir a una 'ministra del señor'. Pero es un ser lujurioso y su pasado escabroso se vuelve contra él. Tal vez no sería recomendable para los niños de aquella época pero los de ahora, como dice la expresión 'están curados de espanto'. No es de extrañar que el libro, publicado en 1927 por Sinclair Lewis, fuera prohibido en algunos lugares de Estados Unidos por cuestionar la 'verdadera fé. Richard Brooks tuvo un período imponente donde rodó estupendas películas como 'Semilla de maldad', 'A sangre fría', 'Los hermanos Karamazov', 'La gata sobre el tejado de zinc', 'Dulce pájaro de juventud' y 'Lord Jim'.  En esos títulos se denota su afición por la adaptación de obras literarias. 'El fuego y la palabra' fue la primera producción independiente de Brooks y decidió adaptar solo una parte de la novela de Lewis, pasando dos años escribiendo el guión, con el cual ganó un Oscar. No fue una adaptación fácil y más aún en una época en la cual la censura del Código Hays estaba presente aunque fueran sus últimos días.

Los asesinos de la luna - Nación de codicia, avaricia y violencia

  1921. Tulsa, Oklahoma. Un incidente entre un limpiabotas negro y una chica blanca desemboca en una batalla campal como más de 400 muertos,...