Vampiro. Una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos para así mantenerse activo. Vampiro. Una palabra que es capaz de poner los pelos de punta tanto a niños como a adultos. Cuentos e historia populares sobre los no muertos se remontan a muchos siglos atrás. Pero el vampiro más famoso de todos no nació hasta finales del siglo XIX cuando un escritor llamado Bram Stoker utilizó la figura histórica de Vlad el Empalador y como inspiración creó la leyenda del conde Drácula. Desde que se publicó por primera vez el libro de Stoker, ningún icono ha estado más estrechamente relacionado con el mal y el horror que Drácula. De hecho junto con Sherlock Holmes, Drácula es el personaje literario más veces llevado al cine.
La primera adaptación sobre Drácula fue la película húngara 'Drakula halála' (Károly Lajthay, 1921), que contaba además como guión de Michael Curtiz. Es una de tantas y tantas películas mudas perdidas para siempre. Aún así se conservan se conservan un par de fotografías donde se observa el aspecto de ese vampiro, con el cabello peinado hacia atrás y la orejas puntiagudas buscando dar al rostro una apariencia de cabeza de murciélago, estética que luego copiaría el actor Béla Lugosi con su cabello engrasado, brillante y también peinado hacia atrás en 'Drácula' (1931). Y año siguiente llegó el 'Nosferatu' de Murnau, la cual se estrenó antes que 'Drakula Halála'. Lo que Fritz Lang hizo con 'Metrópolis' con la ciencia ficción, Murnau lo hizo con el terror dando al género una visualidad inusitada y proporcionando el tono sombrío de futuras producciones de horror. Y a pesar de la majestuosidad de 'Nosferatu', es casi un milagro que esa peli se conserve y haya llegado a nuestros días. No tuvo el fatal destino como 'Drakula halála'. No se perdió. Estuvo a punto de de ser destruida completamente.
'Nosferatu' fue una adaptación no autorizada de la novela de Bram Stoker 'Drácula'. La viuda de Stoker presentó una demanda contra los productores de la película por infracción de los derechos de autor. Los tribunales ordenaron que destruyeran todas las copias de la película. Sin embargo sobrevivieron al menos cinco copias con las que se reconstruyó una versión en 1994. Para crear a su propio Drácula, Murnau dejó de lado a casi todos los personajes de la novela de Stoker y reinventó el concepto de Drácula en base al folclore y cuentos populares. La idea inicial de 'Nosferatu' se le ocurrió a Albin Grau, un artista, arquitecto y ocultista alemán además de productor y diseñador de producción de la película, mientras miraba como una araña chupaba los jugos de sus víctimas. Esa idea de un ser que absorbe la energía vital de una persona a través de la sangre, es la idea central de 'Drácula'. Bram Stoker evocaba en su novela los miedos del nuevo siglo. Un miedo que era mayormente producido por convicciones religiosas. En su novela, Stoker propone que la sangre es vida. Albin Grau se encargó de la dirección artística de 'Nosferatu' y dibujó bocetos para cada una de las escenas. Se inspiró en las ilustraciones de Hugo Steiner-Prag de la novela 'El Golem'. Hasta el rostro del vampiro está basado en una de las pinturas de Steiner. Este conde Orlok no era de ese aspecto apuesto y seductor con el cual conocemos más al personaje de Drácula. Más bien es un necrófago pálido y obsceno con una cabeza bulbosa en forma de araña, con ojos fijos y dientes de rata. Orlok se mueve lenta y rígidamente, gesticulando unos dedos en forma de garras. Esa imagen creado de 'Nosferatu' y magníficamente interpretada por Max Shreck es difícil de olvidar.
Lo que nos presenta 'Nosferatu' es a Thomas Hutter, un agente inmobiliario (Jonathan Harker en la novela de Stoker, interpretado por Gustav von Wangenheim) y su joven esposa, Ellen (Mina en la novela de Stoker, interpretada por Greta Schröder). Hutter está a punto de embarcarse en un viaje hacia los Cárpatos para venderle una casa en Bremen al misterioso Conde Orlock (Max Schreck). Los habitantes del lugar advierten a Hutter que no viaje al castillo del conde pero la codicia supera a la precaución. Una vez allí, después de completar la transacción, Hutter descubre la verdadera naturaleza de Orlock: es una criatura de la noche que bebe sangre y duerme en un ataúd. El conde, sin embargo, pierde interés en Hutter una vez que la foto de su esposa y se embarca hacia Alemania.
La adaptación de Henrik Galeen reduce la novela de Stoker. Filtra los personajes secundarios o que le parecen menos relevantes y lo concentra todo a lo más básico. En su intento de eludir los derechos de autor, Galeen cambió todos los nombres y localizó la historia en Alemania en vez de en Inglaterra, además de proporcionar un nuevo final y alterar para siempre los mitos de los vampiros al ser el primero en sugerir que pueden morir por la luz solar directa. También se puede considerar como un relato ateo, es decir, no hay iconos religiosos. Se ha llegado a aceptar un simbolismo cristiano (La cruz, el agua bendita, etc) contra los no muertos pero nada de eso hay en 'Nosferatu'. Murnau elimina lo religioso y la despoja de un fundamente espiritual. No es un conflicto entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno cristianos. Es más la lucha entre las mitades opuestas de la naturaleza humana. 'Nosferatu' está más influenciada por el folclore antiguo y se desarrolla como una especie de cuentos de hadas oscuro y retorcido.
Las imágenes que nos muestra Murnau en su 'Nosferatu' son de una belleza macabra. Los ángulos de cámara bajos, los contrastes nítidos y la atmósfera de ensueña se unen para formar una distorsión del mundo real. Es el expresionismo en sus cotas más altas. Su iluminación y el tinte de color revelan una paleta espectral. A eso ayuda la velocidad de los fotogramas del cine mudo, con movimientos que parecen antinaturales y movimientos exagerados. Todo se vuelve más extraño y etéreo cuando Hutter llega a la espeluznante morada de Orlok. La presencia del conde, tan aguda y amenazante, generalmente está realizada en tinte azul lo que significa que es de noche. Murnau se exhibe mostrando juegos de luces y sombras en todo momento ya que su película es una representación espantosa de esa atmósfera. Y va avanzando lentamente hacia su espantosa revelación. Todo eso se traduce a ser una película fantástica. Funciona en muchos niveles siendo lo artístico tanto innovador como hermoso. Y con imágenes inolvidables como Orlok saliendo de su ataúd en el barco, su sombra subiendo las escaleras o la fila de ataúdes que se llevan por la calle. Murnau fue uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán. Ya no es solo lo visual. El expresionismo se basa en un estilo de actuación muy teatral para crear un efecto más disonante con lo que estamos viendo. Actualmente se puede considerar que la actuación de Nosferatu es hasta cómica. Pero Murnau estaba más interesado en contar una historia escalofriante que en construir personajes. A pesar de eso, se puede sentir una sensación de tristeza en lo que respecta a Orlok. A pesar de su horrible apariencia es una figura muy trágica.
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