Al empezar 'Historia de un matrimonio', Nicole (Scarlett Johansson) y Charlie (Adam Driver) están en pleno proceso de separación. Es un comienzo deslumbrante. Nicole empieza a relata las cualidades, defectos y peculiaridades de Charlie con imágenes que amplifican lo que relata. Poco después es Charlie quien relata las fortaleza y debilidades de Nicole. Ya con esa entrada inicial notamos enseguida que hubo y que tal vez existe todavía mucho amor. Aceptan sus imperfecciones y las ven de manera positiva. O intentan verlo de esa manera. En esas cartas hay multitud de detalles que relatan una gran complicidad que solo un profundo conocimiento y afinidad entre ambos puede explicar. No son monólogos internos, ni reflexiones, ni siquiera declaraciones abiertas de su amor, es más bien una terapia elaborada por su psicoanalista como la primera etapa de su proceso de separación. Y es que Nicole y Charlie han decidido separar sus caminos después de años de matrimonio. Nicole cree que sacrificó su carrera profesional como actriz en Los Ángeles debido al egocentrismo de su marido, un reputado director de obras teatrales en Broadway, New York. Todavía se aman o al menos eso creen. Su vida profesional les lleva por caminos diferentes y posiblemente habría sido un proceso amistoso sin un motivo bastante especial: el hijo de ocho años que tienen en común, el cual quiere Nicole llevarse a Los Ángeles mientras que Charlie se niega ya que tienen la residencia familiar en New York.
Prácticamente todo el metraje de 'Historia de un matrimonio' se centra en ese proceso de divorcio con Nicole mudándose a Los Ángeles para reiniciar su carrera como actriz de televisión, alojándose en la casa de su madre Sandra (Julie Hagerty) y con la complicidad de su hermana Cassie (Merritt Wever). Mientras Charlie va y viene a Los Ángeles desde Nueva York con la dificultad añadida de gestionar su obra de teatro. La división, la distancia y la falta de entendimiento provoca que la amabilidad se pierda y que intervengan los abogados. Es cuando todo se vuelve más amargo y esos abogados solo están interesados en cobrar y ganar mientras sus clientes solo esperan que todo concluya con el menor daño y dolor posibles. Nicole elige a Nora Fanshaw (Laura Dern) para representarla, una abogada con fuerte determinación. Charlie se debate entre Bert Spitz (Alan Alda) y Jay Marotta (Ray Liotta) eligiendo finalmente a este último porque lo ve como más despiadado. Noah Baumbach aporta su enfoque sobre lo intricado de todos esos procesos y los dilemas morales que surgen: elegir un abogado, peleas por la custodia del hijo, pagar cantidades enormes de dinero, separación de bienes, relaciones familiares que se rompen, un juicio que les afecta psicológicamente, deshacerse de recuerdos especiales respectivamente y sobre todo la sensación de que el corazón de ambos se rompe en pedazos.
Aunque la verdadera fuerza de 'Historia de un matrimonio' es su guión. Son diálogos son reales y dinámicos, con disputas, monólogos, reflexiones y palabras adecuadas en el momento preciso. Cada personaje tiene su propia personalidad bien definida que sirve para complementar cada escena. De hecho, la carta inicial de ambos nos describe rasgos de la personalidad de cada uno. Además cada diálogo está expresado con miradas y expresiones sinceras que refuerzan todas y cada una de las palabras que dicen. No hay lugares para esconder el dolor en los rostros de Nicole y Charlie. En la mayoría de las escenas donde intentan permanecer cordiales durante esos momentos de angustia emocional. Incluso cuando tratan de seguir siendo amigos. Y es que tanto Adam Driver como Scarlet Johansson logran realizar las mejores interpretaciones de su carrera. Driver es muy creíble como un narcisista controlador que se ve a sí mismo como una víctima y Johansson como un personaje que ama al hombre que está dejando pero que no soporta la jaula donde se encuentra. La clave entre ambos es la autenticidad que emana esa relación. Adam Driver es expresivo y contenido, Scarlett Johansson es más introspectiva. Y esa química natural brilla en las escenas de conflicto: las lágrimas fluyen, los desagravios vuelan y el lenguaje corporal de ambos es muy realista.
Los temas y las emociones que expone 'Historia de un matrimonio' son universales y muestra una sensibilidad explícita del coste personal y anímico de un divorcio, además de la frialdad de los abogados que están involucrados. Es una de esas películas que afectará a muchos espectadores de diversas formas con esa representación realista de un matrimonio que se desmembra y se divorcia.
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