domingo, 15 de septiembre de 2019

'Breve Encuentro', el próximo jueves a la misma hora


Cuando se cita a David Lean, normalmente se suelen mencionar sus grandes películas épicas como 'Lawrence de Arabia' (1962), 'Doctor Zhivago' (1965) y 'El puente sobre el río Kwai' (1957). Su primer período en Inglaterra no suele ser tan prestigioso. Esa primera parte del trabajo del realizador británico estuvo marcada por adaptaciones literarias de obras de Charles Dickens como 'Cadenas Rotas' (1946) y 'Oliver Twist' (1948) y otras películas de género como su primera película, la bélica 'Sangre, sudor y lágrimas' (1942) o la comedia fantástica 'El espíritu burlón' (1945), entre otras. Acabada la Segunda Guerra Mundial, David Lean era un cineasta de referencia. Junto al dramaturgo Noel Coward había formado una pareja exitosa. Su última colaboración fue 'Breve Encuentro' (1945). En principio parecía que iba a ser una de las películas menos relevantes en la filmografía de David Lean y con el paso del tiempo se convirtió en una de sus más grandes obras y en su relato más íntimo. 'Breve Encuentro' es una prueba temprana del dominio cinematográfico de David Lean, con una puesta en escena que rompe la linealidad temporal y la abundancia de encuadres extremos. La pureza que nos muestra Lean a través de Laura, el personaje principal, es de una brillantez abrumadora.


'Breve Encuentro' aún continúa encantando al público que la descubre por primera vez, tanto hombres como mujeres, aún siendo una película con aspecto anticuado, de tono sentimental y de un romanticismo excelso. De hecho, muchos la consideran 'La Casablanca británica' y en 1999 quedó en segundo lugar en una encuesta del British Film Institute sobre las 100 mejores películas británicas. Solo fue superada por 'El tercer hombre' (1949). El argumento, en apariencia sencillo, es una historia absolutamente humana y de unos sentimientos con los cuales muchos pueden sentirse identificados. Laura Jesson (Celia Johnson) es una ama de casa que por casualidad se encuentra con un médico, Alec Harvey (Trevor Howard), en uno de sus viajes semanales de compras a la ciudad. Mientras está en la parada de la estación esperando al tren, un expreso pasa volando y se le mete una diminuta carbonilla en un ojo, la cual Alec le retira. Se vuelven a encontrar la semana siguiente, luego van al cine, a remar a un lago, a comer y entre ellos va surgiendo el amor. Pero claro, ambos están casados y les desgarra la culpa, en especial a Laura. La infidelidad conyugal es un tema que puede resultar un tabú para el público, en especial para las audiencias de aquellos años. La forma en que se define este tipo de asuntos amorosos habla por sí mismo: Adulterio, infidelidad, engaños, mentiras. El matrimonio es un sacramento, por lo tanto todo lo que va en contra de él resulta pecaminoso y sin sentido. Aunque aparte de esa moral religiosa, juegan también en contra sentimientos no buscados de amor, de personas que nos buscan ser infieles. Una necesidad puede no ser satisfecha, puede haberse cometido un error, un compañero devoto no aporta ese amor que uno anhela. El corazón es impredecible y tiene sus razones.

Dentro de esa aparente simpleza, David Lean y Noel Coward construyen una película compleja que sugiere mucho más sobre la naturaleza humana que del propio adulterio. En principio, la obra de Coward, 'Still Life', era de una duración de 30 minutos y se amplió enormemente hasta unos ajustado y precisos 85 minutos. Se construye una historia con muchas escenas y escenarios diferentes que reflejan la acción central y le dotan de una estructura elocuente. La películas británicas de los años 40 y 50 tendían a ser muy rígidas y proyectando valores tradicionales de familia, patria, decencia, tacto y amabilidad que vistos ahora nos pueden parecer demasiado anticuados. Y 'Breve Encuentro' muestra eso valores, con sus amantes castos y siempre reacios. De hecho, fue tan controvertida que inicialmente fue prohibida en Irlanda ya que retrataba el adulterio de una manera comprensiva. La moral era pura en contraste con las relaciones actuales. Quizás si 'Breve Encuentro' se realizara hoy, Alec sería un playboy despiadado y aprovechado que seduce a Laura con su carisma y hurgando en sus necesidades afectivas. Tal vez el sufrimiento de Laura tomaría la forma de una crisis existencial sobre si la fidelidad es una expectativa realista. Pero la natural de la moral no es una cuestión, más bien es: ¿Qué hacer con abrumadores impulsos inmorales? ¿Seguimos al corazón de manera inconsciente? ¿O somos inconscientes por seguir al corazón? Muchas preguntas rondarían en nuestras cabezas.

Estructuralmente, David Lean plantea 'Breve Encuentro' a través de un flashback. La narración comienza por el final y lentamente nos introduce en la mente de Laura en una voz en off que nos retransmite su aventura amorosa. Puede recordar incluso a una confesión escrita en un diario aunque va enfocada hacia su marido. Simultáneamente, Laura narra la historia y la vive. Quizás el enfoque más adecuado de 'Breve Encuentro' es que es un delirio: la casa de Laura, el bar de la estación y otros interiores son opresivamente tristes. David Lean parece incluso que está narrando un noir entre ese túneles oscuros y sombríos de la estación donde Alec roba una mirada furtiva y Laura espera un beso casi prohibido. Esa evocación al noir también se refleja en el amor condenado y en personajes atrapados dentro de un sistema social represivo.

Por otra parte, cuando comienzas a ver 'Breve Encuentro' suena una melodía, una pieza musical que rondará en tu cabeza para siempre: El Concierto de Piano nº 2 de Rachmaninov. Esa pieza no está incluida de manera casual. Noel Coward la eligió específicamente para resaltar los momentos más intensos entre Laura y Alec. Cuando Laura recuerda el apasionado primer beso, su esposo Fred (Cyril Raymond) le dice que baje la voz a la radio donde se escucha esa melodía. El uso de una obra maestra sinfónica como pieza central de la banda sonora de una película fue muy innovador en aquel momento. Normalmente, un compositor creaba las pistas musicales relacionándolas con la acción en pantalla. El tema de Rachmaninov se extiende dramáticamente a lo largo de 'Breve Encuentro' y además de resaltar esos momentos intensos, expresa las profundidades de la complejidad emocional que sabemos que los personajes están sintiendo pero que en su reticencia no se atreven a pronunciar en voz alta. Lo de la pieza musical usada en 'Breve Encuentro' nos da una buena muestra de la minuciosidad de David Lean y Noel Coward para realizar la película. Como también es el detalle de que una estación de tren sea el foco central donde se ambienta la acción. Y es una jugada maestra ya que las horas y tiempos estrictos que marcan los horarios de los trenes limitan las acciones de Alec y Laura y aumenta la inmediatez de sus anhelos así como la satisfacción de sus reuniones. El vapor de los trenes y la luz proyectan un estado de ensueño celestial el momento emocionales clave. Y que solo pueden quedar una vez por semana, los jueves, es otra limitación de los dos amantes.

De esos dos amantes, Laura (Celia Johnson) es la estrella. Con esos ojos enormes y enormemente expresivos parece tan inocente hasta el momento en que Laura y Alec se dicen en voz alta que están enamorados. Después, Laura es una pasión contenida y amorosa. Transmite perfectamente a una mujer atrapada por la emoción pero que a la vez se siente culpable, arrepentida y temerosa. De hecho, Johnson usa un curioso manierismo que ayuda a la caracterización de su personaje. Cada vez que Laura dice algo que afirma, Johnson echa la cabeza hacia atrás muy levemente lo cual ayuda a su manera de mostrar a Laura. El enfoque de 'Breve Encuentro' es claramente el de Laura y está claramente dirigida para que el espectador empatice con la situación de Laura. Y Celia Johnson tiene éxito en esa tarea ya que conectamos emocionalmente con ella. Su dilema moral se vuelve un poco nuestro. Es una lástima que la carrera de Celia Johnson se diluyera después de realizar 'Breve Encuentro' (fue nominada al Oscar por esta interpretación), ya que la actriz lleva a Laura un personaje dividido entre la razón y los sentimientos con naturalidad y delicadeza inauditas. Compartimos la muerte de su alma y su impotencia ante la inevitable separación pero solo después de haberla acompañado al éxtasis romántico. Es la magia del cine de la cual David Lean guarda el secreto. Para Trevor Howard fue su primer papel protagonista y a diferencia de Celia Johnson, posteriormente tuvo una buena carrera cinematográfica, como el cruel capitán William Bligh en 'Rebelión a bordo' (1962) y el padre Collins en 'La hija de Ryan' (1970), de nuevo dirigido por David Lean. Su interpretación de Alec en sencilla pero efectiva. Es un médico modesto e idealista y es un hombre de apariencia ordinaria. Transmite decencia y buenas intenciones además de sufrir por ese amor por Laura.

Es muy agradable encontrar un romance clásico sin intentos patéticos de ser inteligente, ni de amores de ida y vuelta. Son dos adultos conscientes de lo que les está sucediendo y sienten una pasión que pensaron que se había perdido para siempre al haberse casado. Saben de su imprudencia y dentro de su realidad saben lo que hay que hacer. Con 'Breve Encuentro', David Lean recibió su primera nominación al Oscar al Mejor Director y mostró sus crecientes dotes como director que reafirmó en sus siguientes épicas películas. No en vano, posteriores películas como 'Amigos apasionados' (1949), del propio David Lean, 'Enamorarse' (1984), que reversiona la película de Lean, 'Los puentes de Madison' (1995)  'Infiel' (2002), 'Deseando amar' (2000) y 'Carol' (2015), tratan sobre la infidelidad de una manera madura y adulta. Incluso un pequeño detalle como el hombre que les deja la casa a Alec y Laura le sirvió de inspiración a Billy Wilder para realizar 'El apartamento' (1960). Es incuestionable la influencia de 'Breve Encuentro' sobre el cine romántico por su relato valiente y sincero.

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