miércoles, 6 de marzo de 2019

Historias de Filadelfia - La gran comedia sofisticada


'Veneno para la taquilla'. Ese era el calificativo que le dio la revista Photoplay a Katharine Hepburn después de acumular siete fracasos comerciales seguidos. La actriz, dejada de lado por la industria y en concreto por los estudios de la RKO vistos los malos resultados económicos de sus películas, se había volcado en el teatro. En especial una obra llamada 'Historias de Filadelfia' escrita por Philip Barry en 1939 y que cuenta las desavenencias de una boda de la alta sociedad de Philadelphia amenazada por el escándalo. Barry creo el personaje de la altiva y aristocrática protagonista, Tracy Samantha Lord, a imagen de la propia Katharine Hepburn. Interpretó esta obra junto con Joseph Cotten y Van Heflin unas 415 veces. Hepburn respondió a todos sus críticos comprando los derechos cinematográficos de la obra (en realidad pagados por su entonces amante Howard Hughes) y decidio ser responsable de su propia película. George Cukor, gran amigo de Katharine Hepburn, se hizo cargo de la dirección.


'Historias de Filadelfia' se puede considerar una continuación de las comedias sofisticadas sobre las clases altas que dirigió George Cukor en los años 30 como 'Cena a las ocho' (1933), 'Nuestros superiores' (1933) y 'Vivir para gozar' (1938), en la cual intervenían juntos Cary Grant y Katharine Hepburn. 'Historias de Philadelphia' es una comedia sofisticada, satírica, suave, civilizada, humana y moderna sobre la seducción, la eterna lucha de sexos y el insidioso poder de la prensa rosa. Dos años después de su divorcio con un alocado joven CK Dexter Haven (Cary Grant), la estricta, estirada y aristocrática Tracy Lord (Katharine Hepburn) va a casarse con un humilde hombre,  George Kitredge (John Howard), que de la nada ha llegado a ser un hombre respetable. Amenazada por la posibilidad de que la vida de su padre sea eco de un reportaje escandaloso, permite el acceso a su boda de un periodista del corazón (James Stewart) y de su colaboradora (Ruth Hussey). El enfrentamiento entre mentalidades y normas de conducta enredará la trama.

George Cukor rodó la película en ocho semanas con gran ingenio, estilo y encanto mostrando casi de la misma manera la crítica a las clases altas de 'Vivir para gozar' aunque se enmarca más en la línea de una screwball comedy que de un romance tradicional. Hay varios enredos que implican a la hermana menor de Tracy, Dinah, a su tío Willy y la llegada inesperada de su padre. Cada uno forma parte directa de la trama y todos ellos funcionan perfectamente. El diálogo es inteligente, ingenioso, repleto de una gran inventiva. Además es rápido y exacerbado, dejando a veces al espectador sin respiración entre las sucesivas conversaciones. El guión  aprovecha el tema para desmenuzar a la sociedad de los años 40, que en esa época volcaba su horas de ocio con novelas y revistas de corazón. Se realizó además una grabación de la obra teatral para observar en que momentos exactos el público respondía mejor y así traspasarlos a la película. Al acabar la película los productores se dieron cuenta de que las risas del público se producían en distintos momentos. George Cukor comentó al respecto que: "En el teatro, toda la comedia descansaba sobre la agudeza de Phil Barry. Pero en el cine una gran parte era visual. Se trataba de reacciones, gestos y cosas así. Por eso me gusta dejar que la comedia suceda en la pantalla"

Las primeras opciones para acompañarla en la gran pantalla fueron Clark Gable y Spencer Tracy, pero ninguno de ellos aceptó. Katharine Hepburn escogió a los coprotagonistas, Cary Grant (que donó su sueldo a la Cruz Roja), que condicionó su intervención a ser cabeza de cartel y exigió que su personaje tuviese más peso que en la obra original y James Stewart, que venía de una magnífica actuación en 'Caballero sin espada' (1939) y que poco después se presentó voluntario a la Fuerza Aérea convirtiéndose en un gran comandante de bombardero. Junto con el productor Joseph L. Mankiewicz consiguió al guionista Donald Ogden Stewart para ser el coescritor. Los secundarios no desentonan en el tono general de 'Historias de Filadelfia'. La fotógrafa que acompaña a James Stewart a la mansión de los Lord es Ruth Hussey, actriz semidesconocida pero que gozaba de la confianza de George Cukor ya que la había dirigido anteriormente en un par de películas: 'Mujeres' (1939) y 'Susana y Dios' (1940). Destacan además Roland Young como el tío Willy, Virginia Weidler como la extravagante hermana pequeña de Tracy y John Howard como George Kitredge, el prometido de Tracy.

En su cuarta y última aparición juntos en pantalla, a Cary Grant y Katharine Hepburn se les une por primera y única vez James Stewart. Es sorprendente que sus carreras no se juntasen otra vez, a raíz de perfecto funcionamiento y entendimiento que ejercieron los tres en esta película. George Cukor cambia cuidadosamente entre el humor ligero, el drama de bajo perfil y las reflexiones intelectuales sobre la identidad, el propósito y las decisiones tomadas en momentos cruciales de la vida donde  este espectacular trío de actores pasan la mayor parte 'Historias de Filadelfia' juntos, creando unos personajes memorables con los cuales el espectador disfruta una y otra vez. En esta película, Grant y Hepburn perfeccionan su sociedad cómica aportando a la vez una chispa adicional de carisma y de cierta intimidad entre ellos. Stewart aporta cierto contrapunto de comicidad con un humor inocente y cierto aire de desaprobación de lo que hacen los dos coprotagonistas.

La presencia de Cary Grant es atractiva, simpática, bien vestida, además intuimos enseguida que aún sigue enamorado de su ex-esposa. Katharine Hepburn resulta algo más hipertensa que de costumbre pero su gran interpretación y su espléndida belleza hace que nos enamoremos de ella también. Ella es brillante, inteligente, su vida de privilegios le ha hecho altanera y poderosa, aunque es más vulnerable de lo que su sólida fachada aparenta. Además 'Historias de Filadelfia' es sobre todo el triunfo de Katharine Hepburn. No solamente conoce a su personaje sino que lo interpreta con humos, sabiduría y una intensidad emotiva increíble. El peculiar talento de la pelirroja Hepburn pasa por la película con finura. Su brillante y elegante diálogo cubre su apariencia. Cuando Katharine se limita a hacer de Katharine, es un espectáculo que vale la pena de ver, nadie la puede igualar. James Stewart trae la honestidad y la normalidad a esta película. Es un tipo joven e idealista y que ofrece los momentos más humorísticos con su perspicacia y su aparente inocencia. Su actuación fue galardonada con un merecido Oscar, aunque tanto Grant como Hepburn podrían haber recibido el premio a su interpretación, ya que también están magníficos. Por otra parte, en 1956 se rodó un remake en clave de musical, “Alta Sociedad”, con Bing Crosby, Grace Kelly y Frank Sinatra.

 'Historias de Filadelfia' es un gran ejemplo por los cuales una película se convierte en un clásico y esta abarca muchos de ellos. Su honestidad, sofistificación, la habilidad de George Cukor en combinar diálogos ingeniosos con personajes emocionalmente complicados e interpretados por actores en estado de gracia producen que lo que cuenta fluya de manera extraordinaria. Un absoluto placer.

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