jueves, 31 de mayo de 2018

'El aventurero de medianoche', el hombre de los garitos


'Honkytonk Man' es la película que Clint Eastwood dirigió el mismo año que nos martirizó con 'Firefox'; un absoluto y radical cambio de imagen, sobre todo para aquellos que veían en el actor director únicamente un hombre de acción. Honkytonk significa bares de mala muerte —normalmente ambientado con música en vivo y son muy populares en el sur de Estados Unidos—, o garitos, por lo que el título original sería traducido al español algo así como El hombre de los garitos'El aventurero de medianoche' es el desconcertante título que recibió en nuestras salas, donde fue un rotundo fracaso, pues Eastwood, una vez más y con toda la razón del mundo, pasó de contentar a su fans más facilones, filmando una de las películas más personales de su carrera. En Estados Unidos también fracasó, y en Europa, donde fue muy bien recibida por la crítica —Cahiers a la cabeza—, tuvo más o menos la misma suerte.


El paso del tiempo, que en esto del cine suele poner las cosas en su sitio, ha permitido que la injusta recepción que el film tuvo en 1982 se desvaneciera, siendo tratada como lo que es: uno de los mejores trabajos de Eastwood delante y detrás de la cámara. Adaptación de la novela de Clancy Carlile, 'El aventurero de medianoche' narra la historia de Red Stovall, un músico de country, enfermo y fracasado, en busca de una última oportunidad, acompañado de su joven e idealista sobrino. Aunque no lo parezca, el film cuenta con abundantes elementos autobiográficos del propio director, quien sufrió en sus carnes la pobreza cuando era niño.
'El aventurero de medianoche' pone de relieve el gusto de Eastwood por los perdedores, por los antihéroes, a los que siempre dio vida en sus films, aunque nunca con tanta crudeza y desesperanza como en el que nos ocupa. También puede verse en ella algo que muchos desconocen, al menos aquellos que tienen una imagen del actor totalmente equivocada, y es el enorme gusto musical de éste, siendo ésta la primera película de su carrera en la que la banda sonora cobra una importancia vital. Eastwood es un experto en jazz, aunque en 'El aventurero de medianoche' rinde un gran tributo al country, elemento catártico a través del cual hablará de la añoranza del lejano oeste, del sueño americano, y de la búsqueda de identidad en unos tiempos crueles.
Red Stovall es un personaje inspirado sobre todo en la figura del legendario Hank Williams, aunque es el reflejo de otros músicos reales, mezclado con la iconografía del propio Eastwood. El resultado es el que a juicio de quien esto suscribe, el mejor personaje al que ha dado vida Eastwood —con perdón de Harry Callahan, Josey Wales, William Munny, Robert Kincaid, Frankie Dunn y Walt Kowalski—, y sin duda, uno de los más sombríos. Stovall es un ser errante al borde la muerte, su vida está en la carretera y en tugurios de mala muerte en los que interpreta sus canciones. Eastwood se filma a sí mismo con una sobriedad acentuada por los claro oscuros de Bruce Surtess, en uno de sus mejores trabajos con el director, que siempre ha gustado de cubrir a sus personajes de un marcado tenebrismo, que se extiende al resto de la película. Basten secuencias como la de la primera intervención musical de Stovall en un bar, o la conversación de éste con su sobrino, mientras viajan en coche, y Stovall le habla de la única mujer a la que ha amado.
'El aventurero de medianoche' es la historia de varios viajes, una road movie que reúne a varios personajes cuya principal diferencia es la de pertenecer a generaciones distintas. Por un lado Stovall, incapaz de formar una familia, de echar raíces, con el único sueño de participar en el Grand Ole Opry en Nashville —Eastwood logró filmar en el mismísimo Ryman Auditorium—, como última oportunidad de hacer algo realmente importante en su vida. Le acompaña su sobrino, que ha abandonado su hogar familiar en Oklahoma donde su futuro no era muy halagüeño; ahora con su tío, por el que siente una profunda fascinación, podrá abrirse al mundo a vivir de verdad, mientras da sus primeros pasos en el mundo de la música. Al principio les acompaña el abuelo del muchacho, que sintiendo la muerte cerca, lo único que desea es regresar a su hogar para morir allí.

Un reparto en estado de gracia

Que Eastwood es un excelente director de actores es algo bien sabido por todo el mundo, y tal vez porque conoce muy bien el trabajo de actor sabe como tratar a éstos. Aún siendo él la principal estrella del film, jamás pretende ensombrecer el trabajo de sus compañeros de reparto, dejándoles con entera libertad para componer sus personajes. En esta ocasión, el reparto está está espléndido, infiriendo a sus roles una serenidad y calma que se convierten en reflejos de verdad. Verna Bloom realiza una escalofriante composición de la hermana de Stovall, una mujer luchadora que se preocupa por mantener su familia a flote en los años de la Depresión, lo que viene a subrayar el hecho de que en los films de Eastwood, al que se la ha tachado de hacer cine sólo para hombres, los personajes femeninos tienen una gran importancia.
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El personaje del abuelo está interpretado por John McIntire —sustituyendo al inicialmente previsto James Stewart, que no pudo aceptar el papel por enfermedad—, de quien Eastwood se vale para rendir homenaje al western, género que le dio la fama. McIntire es todo un acierto de casting, al proceder de la época clásica de actores, y su rostro está irremediablemente ligado al género cinematográfico por excelencia, en títulos como 'Winchester 73' (Anthony Mann, 1950), 'Caravana de mujeres' ('Westward the Women', William A. Wellmann, 1951), 'Apache' (Robert Aldrich, 1954) o 'Dos cabalgan juntos' ('Two rode together', John Ford, 1961). La escena en la que le explica a su nieto como participó en una carrera para conseguir tierras, puede verse en el actor toda una declaración de principios, su rostro contiene un marcado aire de melancolía que nos remite a una época casi olvidada.
Kyle Eastwood, hijo del director, tiene aquí su primer papel importante en el cine —antes había aparecido no acreditado en 'El fuera de la ley' y 'Bronco Billy'—, dando vida al sobrino de Stovall, a quien acompañará hasta el último de sus días, en un viaje iniciático de grandes revelaciones. El joven actor tuvo como entrenador de interpretación a Sondra Locke, la por aquel entonces pareja de Clint Eastwooden la vida real. El actor logra convencer en una composición que transmite muy bien la inocencia de la juventud, la curiosidad por conocer cosas nuevas, y el paso de adolescente a adulto, al aceptar el mayor de los dramas. Muchos pensaron que Kyle Eastwood seguiría los pasos de su padre, pero su camino fue musical; se convirtió en un excelente músico de jazz —arriesgando en cada uno de sus discos—, e incluso compuso alguna banda sonora para su padre.

La música como catarsis emocional

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'El aventurero de medianoche' es también un viaje musical de dramáticas consecuencias. En el film las canciones tienen un claro propósito, y son utilizadas como recurso narrativo, no para adornar. Además, Eastwood llena su película de personalidades importantes dentro del country, e incluso el soul —maravillosa la escena de la actuación en un garito, en el que Eastwood acompaña al piano a un banda—. También aparece Marty Robbins —recordemos que era el que cantaba el tema central de un famoso western, 'El árbol del ahorcado' ('The Hanging tree', Delmer Daves, 1959)—, el mismo año en que murió, en un personaje muy secundario, interpretando al lado de Eastwood el tema que da título al film, en la escalofriante secuencia de grabación del mismo. Todas las canciones que Stovall interpreta sirven para dibujar su personaje hasta matices impensables, y que son servidos con gran sutileza. Canciones sobre desamores sobre todo, que subrayan el carácter solitario de Stovall, su errática vida y su aferro a los sueños que nunca se cumplieron como único alimento para subsistir.
Incluso el director combina la música con cierto sentido del humor, que baña el film en determinadas ocasiones, y que puede verse como un reflejo de la patética época que viven los personajes. Sirva como ejemplo la secuencia en el burdel al que Stovall leva a su sobrino para desvirgarlo —secuencia filmada con un pulso y una sobriedad que asustan—; mientras el muchacho está con la prostituta, Eastwood en paralelo toca el piano del burdel, a través de un montaje preciso y conciso alejado de todo lucimiento. Los encuentros con la policía —uno de los cuales da lugar a una escena que es puro western, la huida de la cárcel, inspirada por un cartel de cine—, un intento de atraco, un episodio con unas gallinas, el baño y el toro, o las intervenciones de una pesada compañera de viaje (Alexa Kenin) son respiros a un drama que en su parte final se vuelve desolador y difícil de aguantar. Es 'El aventurero de medianoche' el primer film donde el habitual esquema de Eastwood en sus films como director, toma forma. Sus films se vuelven durísimos en su tramo final, sin concesiones al espectador.
'Honkytonk man' termina con un enorme poso melancólico, Norman Mailer la definió como una de las películas más tristes de la historia americana, y razón no le falta. Su último plano, de reminiscencias chaplianas, dibuja a dos nuevos personajes errantes de futuro incierto, La cámara se levanta por primera vez, casi como esperanzadora, mientras vemos al niño, ya hombre, alejarse, y la leyenda, Red Stovall, resuena a modo de canción. Aquí os dejamos el vídeo de la misma, en la secuencia de la grabación, en la que Eastwood está impresionante, sobre todo en el momento del ataque de tos. Éste se retira a un rincón donde permanece callado mientras la grabación sigue. Su mirada se ha perdido en el futuro, en ése que sabe no disfrutará porque su muerte ha llegado. Pocos actores son capaces de aguantar un plano como ése.


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