En 1960, Billy Wilder estrenó 'El apartamento'. No solo es una de las mejores películas de su excelente filmografía, lo es también de la historia del cine. Fue un éxito de taquilla y público que funcionó, a parte de otros motivos, por la excelente pareja que formaban Jack Lemmon y Shirley McLaine. Tres años después los reunió de nuevo para 'Irma, la dulce' para realizar una nueva mirada cómica sobre el amor y las relaciones. 'Irma, la dulce' fue coproducida y coescrita por Billy Wilder junto con su habitual y casi inseparable I.A.L. Diamond y basándose en un musical creado en París en 1956 y cuyo libreto estaba escrito por Alexandre Breffort. Billy Wilder ya había probado con el musical en 1948 con 'El vals del emperador' sin mucha suerte y no tenía ganas de volver al género. A pesar de que las canciones desaparecieron por completo en la adaptación, 'Irma, la dulce' tiene la atmósfera de un musical debido principalmente a su historia. I.A.L. Diamond comentó: "La prostituta es una de las figuras más difundidas en la literatura y siempre ha tenido una fascinación peculiar para los escritores y el público. En el cine, se suele interpretrar como una 'anfitriona' o una figura trágica apoyada en una farola. Sean cuales fueran sus problemas personales, son un grupo de gente muy particular y este es el espíritu que hemos intentado capturar en la pantalla"
Por supuesto, Wilder no iba a seguir las convenciones tradicionales y a mostrar un escenario pintoresco, ni el París de la imaginación de tantos poetas, ni el idealizado por Minelli en 'Un americano en París'. La Ciudad del Amor está representada por las decrépitas callejuelas de los barrios de clase obrera, un Paris de lo más barriobajero, con chulos y prostitutas, ladrones y policias corruptos. Una voz en off (en la versión original Louis Jourdan) nos presenta ese París oculto y de entre esas calles surge un policía honesto, Néstor Patou (Jack Lemmon), que intenta arrestar a todas esas prostitutas que ve por la calle por su actitud lasciva pero que pronto se verá despedido por su corrupto jefe de policía. Solo y sin hogar. Néstor se enamora de Irma (Shirley MacLaine), una prostituta de amable corazón y decide convertirse en su chulo. Pero el único revés es que no puede soportar la idea de que alguien más duerma con su chica.
La propuesta de 'Irma, la dulce' y más en la época en la que estrenó resulta muy sorprendente. Wilder se mueve entre las líneas de la censura donde el sexo, la prostitución, el proxenetismo, la corrupción, las conductas lascivas, etc están muy presentes pero todo escrito y mostrado de manera muy sutil. De hecho 'Irma, la dulce' tiene hasta la apariencia de un cuento de hadas, con personajes exagerados y situaciones un tanto increíbles. Es una fábula que permite a Wilder mostrar a una mujer embarazada con un vientre plano o de un personaje inventado que puede que sea real sin tener explicación para ello. Y donde hay un 'hada' de verdad: Moustache, un barman que hizo de todo: luchó en la guerra, fue abogado, médico, etc y siempre es esa persona por la cual giran muchas decisiones de ambos protagonistas. 'Irma, la dulce' no es solamente una comedia. Goza de un toque romántico muy agradable y es de esas historias simpáticas que solo Wilder sabía dirigir y escribir.
Y para contar una historia así, Wilder tenía que contar con unos actores que le dieran el carisma necesario a sus personajes para que la narración funcionase. En principio, Billy Wilder quería contar con Marilyn Monroe. Parece extraño que Wilder quisiera a Monroe debido a sus repetidos enfrentamientos en 'Con faldas y a lo loco'. Aún así las negociaciones contractuales se estaban llevando a cabo sin problemas hasta que Monroe leyó algunos comentarios poco halagüeños de Wilder en un periódico sobre su incapacidad para recordar líneas. Eso enfureció a Monroe, la cual llamó a Wilder para poner fin a su colaboración. Y eso fue unido al fallecimiento de Monroe. Un motivo por el cual no pudo actuar Charles Laughton. El magnífico actor británico falleció poco antes de empezar la producción. Iba a interpretar a Moustache y fue sustituido por Lou Jacobi, el cual borda al personaje con unas líneas de diálogo brillantes donde destaca: 'En este mundo en que vivimos el amor es ilegal, pero el odio no".
Contando con esas primeras dificultades, Wilder ya no tuvo dudas en elegir a Jack Lemmon y Shirley MacLaine. Lemmon era su actor fetiche en los últimos años. A Lemmon incluso muchos de sus amigos cercanos le advirtieron acerca de aceptar participar en la película. De dijeron que arruinaría su imagen. Pero estas mismas personas le había instado a que no participara años antes en 'Con faldas y a lo loco'. Su Néstor es un personaje que parecía creado especialmente para Jack Lemmon: un policía ingenuo, de buen corazón, apasionado, protector, desesperado, romántico...e incluso se vuelve celoso de sí mismo. En cuanto a MacLaine, firmó sin haber leído el guión porque creía en Wilder y Lemmon. Irma, ya presentada en principio con su peculiar atuendo donde predomina el verde y llevando un caniche, nos encandila con su encanto, alegría y humor, además de un actitud desinhibída a pesar de la profesión que ejerce. Para poder retratar a Irma adecuadamente, Shirley MacLaine viajó a París para ver como eran realmente las prostitutas parisinas. Estaban ansiosas para decirle lo que era y muy dispuestas a responderle cualquier pregunta. Cuando le preguntaron si le gustaría verlas en acción, ella declinó cortésmente. De hecho, mientras Shirley estaba entrevistándose con una prostituta, su conversación fue interrumpida porque la prostituta tenía que atender a uno de sus clientes. A pesar de todo, Shirley MacLaine no quedó muy contenta con el guión y se sorprendió de que recibiera un Globo de Oro por su actuación. Y más aún, una nominación al Oscar a la Mejor Actriz.
Aunque también en 'Irma, la dulce' interviene un personaje, no en este caso carnal, que le confiere todo el sentido a la película: la ambientación de París. Fue rodada en plató y se trajeron de Francia todos los elementos para conformar ese decorado: Lámparas, farolas, mesas, sillas, etc. La representación de esos bajos fondos parisinos resulta muy realista y colorista, repleta de detalles como el mercado, las calles, el bar, los interiores, etc. Una dirección artística brillante configurada por Alexandre Trauner, quien tres años antes había ganado el Oscar a la Mejor Dirección Artística en Blanco y Negro por 'El Apartamento'. Además, 'Irma, la dulce' va a acompañada de la estupenda partitura musical de André Previn, que fue galardonado con el Oscar a la Mejor Banda Sonora.
'Irma, la dulce' es una exquisitez propia de uno de los mejores guionistas y directores que haya dado Hollywood. Inteligente y con clase, nos encontramos con una comedia que aún se mantiene fresca y que se puede disfrutar plenamente. Con unos personajes carismáticos, entrañables y unas actuaciones sobresalientes. Quizás sus 147 minutos no llegan a ser fluidos del todo pero pasa en un suspiro. Puede que sí, tenga sus imperfecciones y sí, que esté considerada como una de las obras menores de Billy Wilder (ya quisieran otros directores tener una obra menor así), pero eso amigos... es otra historia.
Trailer de 'Irma, la dulce':
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