lunes, 30 de mayo de 2022

Vacaciones en Roma - Un moderno cuento de hadas

 

1952. El rey Jorge VI fallece mientras dormía de una trombosis coronaria. Una de sus dos hijas, Isabel II, fue designada como sucesora y futura reina. En medio de los preparativos para la coronación, la princesa Margarita informó a su hermana de que quería casarse con Peter Townsend, un plebeyo divorciado 16 años mayor que ella y con dos hijos de su anterior matrimonio. Los políticos de alto rango estaban en contra de la unión y la Iglesia de Inglaterra no permitía el matrimonio después del divorcio. Si Margarita contraía matrimonio civil, tenía que renunciar a su derecho de sucesión.​ Finalmente, decidió abandonar sus planes de boda con Townsend. Este hecho se comentaba a menudo como la inspiración para realizar 'Vacaciones en Roma'. En principio se podría pensar que si, dado que tanto la película como ese hecho social coincidían prácticamente a la vez. Pero la concepción original de 'Vacaciones en Roma' se alejaba de todo eso y era una simple coincidencia.

En 1934, Frank Capra realizó la exitosa 'Sucedió una noche', que fue galardonada con cinco Oscar. En aquella estupenda película, de la cual realicé una crítica, tenía un argumento muy similar a 'Vacaciones en Roma'. En la película de Capra, hay un romance entre una rica heredera que se escapa y conoce en un autobús a un periodista que busca una buena historia. Entre ellos surge una química bastante especial. Alrededor de 1947, Frank Capra planeaba realizar una nueva versión de 'Sucedió una noche'. Pero su productora, Liberty Films, se vio acosada por problemas financieros y tuvo que venderla. Paramount compró la compañía. Entre los socios de Liberty Films se encontraba William Wyler con el cual firmó un contrato de cinco películas, entre las cuales estaba incluida 'Vacaciones en Roma'. De hecho, Paramount pagó 35.000$ a Frank Capra por los derechos del guión y contaba con él para la dirección. Pero Capra descubrió que Dalton Trumbo iba a trabajar en el guión, el cual estaba en la Lista Negra de Hollywood y vio que el presupuesto era muy escaso. Se retiró del proyecto. Aunque la historia fue acreditada a Ian McLellan Hunter, fue en realidad escrita por Dalton Trumbo. Cuando 'Vacaciones en Roma' ganó el Oscar al Mejor Guión, quien lo recogió fue Hunter. Trumbo no fue acreditado en la película hasta no hace mucho. Hubo otros guionistas, sin acreditación, que trabajaron en este relato como Ben Hecht y Preston Sturges, aunque tampoco es algo que esté muy claro.

Ya con la negativa de Frank Capra, Paramount le confió el proyecto a William Wyler, el cual ya se había ganado su prestigio en los años 40 en películas dramáticas como 'Los mejores años de nuestra vida', 'La señora Miniver' y 'La Heredera', incluso ganando el Oscar al Mejor Director por las dos primeras películas. Además Wyler buscaba realizar una comedia y viendo el tipo de película que era 'Vacaciones en Roma' pensó inmediatamente en Cary Grant para protagonizarla pero se niega. Entonces Wyler se lo ofrece a Gregory Peck, quien está deseoso de hacer una comedia y al cual también le habían ofrecido realizar otras comedias que Cary Grant había rechazado. En un principio, Gregory Peck era reacio a asumir un papel secundario en relación a la joven protagonista femenina. Pero se dio cuenta de que su imagen podía mejorar y le vendría bien a su carrera cinematográfica. Y es que el argumento de 'Vacaciones en Roma' iba a ser un vehículo de lucimiento para la protagonista femenina.

William Wyler pensó en un principio en Elizabeth Taylor y Jean Simmons para encarnar a Ann, una princesa de tierras desconocidas (hábilmente se evitó en el guión alguna relación con lo sucedido con la princesa Margarita) que está de gira por Europa y llega a Roma. Llega un momento en el cual está hastiada de tanto protocolo y decide escaparse para soñar con un vida de más libertad. Se encuentra sola por las calles de Roma y se topa con un periodista encarnado por Gregory Peck, quien cuando descubre quien es Ann pretende realizar la noticia de su vida. Pero los sentimientos se interponen. Y encontrar a esa protagonista no era nada fácil. Se recurrió a una desconocida. Una bailarina nacida en Bélgica de padre británico y de madre una baronesa holandesa. Se llamaba Audrey Hepburn. Solo había participado en pequeños papeles de algunas producciones británicas como 'Oro en barras'. Durante el casting, William Wyler dio instrucciones de que la cámara siguiera rodando y el sonido activo cuando dijeran "corten" a la prueba de Audrey Hepburn. La intención era verla relajada y espontánea. La reacción superó las expectativas y su encanto le valió ser a Audrey Hepburn la princesa Ann.

Poco después de realizar el casting Edith Head, la gran diseñadora de vestuario, fue enviada para conocer a Audrey Hepburn y congeniaron muy bien. Fueron muy afines en temas de moda y Audrey era plenamente consciente de sus propios defectos. Alguna vez se había descrito a sí misma con una figura flaca con los brazos destartalados, sin apenas pecho y un cuello que no acababa nunca. A Edith Head le impresionó como Audrey podía sacar a relucir sus mejores activos y como calculaba cada decisión de su propio vestuario. El resultado final fue un elegante y muy recordado vestuario que realzaba todo el encanto que desprendía Audrey Hepburn. De hecho, el vestuario de Edith Head recibió un Oscar y Paramount le regaló a Audrey Hepburn al final del rodaje todo el vestuario que había usado, incluso los complementos. Había fascinación por Audrey Hepburn en todo el equipo de rodaje. Desde Edith Head pasando por William Wyler y llegando hasta Gregory Peck, el cual era tan consciente de que estaba naciendo una estrella que pido que el nombre de Audrey Hepburn fuese cabeza de cartel por delante del suyo. Y es que Audrey Hepburn despliega en 'Vacaciones en Roma' toda una gama de expresiones oscilando con gran sutileza entre la candidez de una traviesa niña y una mujer que descubre un nuevo mundo adquiriendo madurez. Fue capaz de desplegar la sonrisa más encantadora hasta el grito más espontáneo, como la escena de la Boca de la Verdad, donde Gregory Peck no advirtió a Audrey de lo que iba a hacer y lo que vemos en pantalla en su reacción auténtica y sorprendida. Ese encanto es el que Audrey Hepburn perfiló a la perfección en posteriores personajes similares como en 'Sabrina' y 'Arianne'. Con 'Vacaciones en Roma', Audrey Hepburn se había revelado al mundo con una elegancia y una frescura inusuales e incluso apropiadas para esos años 50 que estaban comenzando.

Lo que consiguió Audrey Hepburn con, prácticamente, este debut cinematográfico fue impactante. Consiguió el Oscar a la Mejor Actriz por encarnar a esta princesa encantadora y vulnerable mostrando además un instinto natural para este tipo de comedia. De igual manera que su princesa Ann adquiría madurez y experiencia por las calles de Roma, Audrey recibía lo mismo como actriz. Todo fue perfecto para ella. El vestuario y su actuación ayudaron a reforzar ese cuello largo y esas pestañas y cejas que centraban la atención en sus enormes y preciosos ojos almendrados. Su bello acento inglés encandilaba y su presencia tan elegante y encantadora daban ganas de estar siempre abrazándola y escuchándola.

En cuanto a la producción, 'Vacaciones en Roma' se realizó en su totalidad en Italia. Era la primera película estadounidense que se realizaba absolutamente allí. Y Roma era un marco incomparable para esta historia. William Wyler quería convertir a la 'Ciudad Eterna' en un tercer protagonista mostrando además sus monumentos más famosos como la Columna de Trajano, la  Plaza de San Pedro, el Coliseo, el Foro, etc. Muchas de esas secuencias se rodaron en esos exteriores de Roma durante un verano de mucho calor en Roma. Audrey Hepburn confesó que: "Recuerdo haber sudado durante este rodaje más que lo que nunca había hecho mientras bailaba". Un aspecto a tener muy cuenta fue la fotografía en B/N. En los años 50 estaba en auge el Technicolor y el B/N era más usado en el cine noir o en algún drama. Se comenta que fue más una decisión de Paramount para abaratar costes pero también una elección del propio William Wyler. Conociendo a Wyler es lo más probable. Posiblemente el Technicolor hubiera realzado en exceso el marco embriagador de Roma y hubiera descentralizado el eje principal de 'Vacaciones en Roma'. Y es que va más allá de ser una comedia romántica al uso. El B/N está usado para remarcar el componente agridulce de esta historia.

Se puede considerar a 'Vacaciones en Roma' como un referente absoluto de como hacer una comedia romántica. De hecho hay romanticismo en la relación entre Peck y Hepburn. También hay comedia pero un tipo de comedia más refinada, de pequeños detalles. Por ejemplo, William Wyler en una de las primera escenas en la recepción pasa de una plano general a debajo del vestido de Audrey. Se ve como se rasca un pie con el otro y pierde un zapato. Es un resumen de la incomodidad de la princesa y rodada con una sutileza que evoca al cine mudo y en especial a Ernst Lubitsch. Aunque hay más como ese despiste de una somnolienta princesa Ann al subir las escaleras, las miradas del conserje cuando Joe le da unas liras a Ann o esos momento slapsticks entre Joe y un fantástico Eddie Albert en los cuales se "tropieza" con Joe. Aunque también William Wyler sabe dejar a los actores a su aire, como en las escenas en el apartamento de Joe, donde aplica un plano general para que los actores se impongan en la escena. También Wyler dota a 'Vacaciones en Roma' de cierto neorrealismo italiano donde vemos ese estilo de vida italiano con mercados, terrazas abarrotadas, Vespas, coches, niños, barberos o ese simpático florista que le regala una flor a Audrey y esta le da un beso. Todo esto le da sensación de naturalidad, autenticidad y realismo.

Sin embargo, bajo su apariencia de comedia ligera, 'Vacaciones en Roma' ofrece además una mirada relevante a las sociedades humanas y las clases sociales. De como Ann no sabe nada de la vida aún siendo tan privilegiada y como Joe está tan apurado económicamente que necesita una gran oportunidad en su vida en Roma. Su encuentro es como un punto de convergencia vital para ambos y si inicialmente se sirven de salvavidas el uno con el otro, lo cierto es que su relación se construye a través de apariencias engañosas, mentiras y falsas identidades. Entre ellos nace un afecto muy grande pero es solo la imagen artificial que ellos se han creado. Revelar su propia naturaleza sería romper todo ese idilio. Es ese punto de amargura y de cierta realidad, en especial con ese final, lo que realza 'Vacaciones en Roma', modelo para muy posteriores comedias románticas similares como 'Notting Hill', 'Sucedió en Manhattan', 'Pretty Woman', 'Love Actually' y 'El presidente y Mr. Wade', por ejemplo. Aún así no son capaces de llegar al nivel de encanto que transmite 'Vacaciones en Roma, ya que llega a ser romántica, dramática, agridulce y divertida. Es, en conclusión, un cuento de hadas moderno.


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