martes, 22 de agosto de 2017

El rey de la comedia - 15 minutos de fama


1966. El fotógrafo Nat Finkelstein estaba fotografiando a Warhol en 1966 para un libro que le había propuesto. Una multitud que se dio cita en el lugar intentaba retratarse en las fotografías y Warhol supuestamente remarcó el hecho de que todo mundo quería ser famoso, a lo cual Finkelstein replicó, “¡Claro Andy!, por quince minutos”.  En los 50 surgió en Estados Unidos la televisión, un medio global donde una persona anónima podía tener esos 15 minutos de gloria. Pero esos 15 minutos también hablan de lo efímera que es la fama. Actualmente, con el auge delas redes sociales esa expresión podría convertirse: "En Internet, todo mundo será famoso para 15 personas".  Y viniendo al caso con 'El rey de la comedia', uno simplemente tiene que preguntarse que haría un hombre como Rupert Pupkin a día de hoy con las redes sociales. Todo el mundo es ahora una estrella en su propio pequeño mundo. Un planeta lleno de 'Pupkins'.

'El rey de la comedia' conserva, hoy en día, una modernidad y un carácter visionario bastante evidente. Es el sueño del éxito, del culto a la imagen que permite la realización de una vida imaginada, a veces de solo unos minutos en el rectángulo de una pantalla de televisión o actualmente en el reducido espacio de un teléfono móvil. En 'El rey de la comedia', Robert De Niro da vida a Rupert Pupkin, un personaje que fantasea con ser una estrella de la televisión. Practica en su sótano, sosteniendo conversaciones con recortes en cartón a tamaño natural de Liza Minelli y Jerry Lewis. Su sueño es tener un espacio en el programa de entrevistas (talk show) presentando por Jerry Lewis, cuyo nombre en la película es Jerry Langford. Durante la película, vemos la búsqueda de la fama de Rupert con una obsesión casi enfermiza y obsesiva. Aunque el título indique que es una comedia, es difícil utilizar esa definición a medida que la vamos viendo. Es más bien un drama urbano con elementos cómicos y resulta además una de las más inquietantes dentro de las filmos de Robert De Niro y Martin Scorsese.
 
Después de haber realizado en 1980 una de las obras cumbres de su carrera, 'Toro Salvaje', se esperaba que Martin Scorsese encarara proyectos de mayor envergadura. 'El rey de la comedia'  era un antiguo proyecto que Scorsese ya manejaba con el guionista Paul Zimmerman en los años 70. Scorsese en principio no se interesó del todo y el guión fue pasando por la manos de Milos Forman (quien curiosamente en 1999 realizó 'Man on the moon', película de similares características con 'El rey de la comedia') y ante la ausencia de fondos el proyecto fue abandonado. Finalmente el guión llegó a manos de Robert De Niro, quien se entusiasmó al leerlo. Durante el rodaje de 'Toro Salvaje' tuvo una experiencia similar a la contada en 'El rey de la comedia': había sido acosado por un individuo con el cual finalmente aceptó reunirse y que solo quería cenar con él como si fueran amigos de toda la vida. De Niro le pidió a Michael Cimino dirigirlo en esta película pero declinó debido al fracaso de 'La puerta del cielo' hasta que Martin Scorsese aceptó hacerse cargo de dirigir el proyecto.

Inesperadamente, Scorsese se identificó con el personaje de Pupkin y dijo: "Era una extensión de mí mismo, sobre todo porque está dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir lo que quiere. Cuando sentí que era en relación con la comedia lo que yo era en relación con el cine, lo comprendí: Rupert me recordó el hambre que tuve en los años sesenta". Parecía difícil de creer que Scorsese pudiera afrontar una película de estas características, más teniendo en cuenta la vida en la gran ciudad, la violencia  y la sexualidad de sus anteriores películas como 'Taxi Driver' y 'Malas calles'. Lo que tenemos aquí es un retrato agonizante de la gente solitaria. Pupkin puede ser ligeramente menos peligroso que Travis Bickle en 'Taxi Driver' pero seguramente no menos sociópata y narcisista. De hecho, Martin Scorsese describe el itinerario de un personaje obstinado y socialmente inadaptado que viene a poblar el mundo con su propias quimeras. Nada lejos de esos personajes tan 'Scorsesianos' como Travis Bickle e incluso Jordan Belfort en 'El lobo de Wall Street'.

'El rey de la comedia' nos lleva en un viaje inquietante, a veces divertido, a veces aterrador en la mente de alguien que está profundamente perturbado. No es personaje explosivo, de violencia, es mucho más sutil que todo eso. Es la forma en que se nos dan pequeños aspectos de la vida de Pupkin, como esas fantasias en el sótano o esa falsa audiencia que le aplaude. Es una película sobre el rechazo, de un personaje que nunca admite ni el rechazo ni el fracaso donde no hay nada cómico ni trágicamente liberados. Solo es el aplazamiento de ese dolor. Scorsese nos arrastra a través de cada etapa del colapso neurótico de Pupkin, alguien ingenuo, inepto, molesto, desorientado y en gran media sin talento pero que dada su insistente perseverancia es capaz de superar todas y cada una de estas deficiencias. Pupkin está repleto de complejidades psicológicas donde se manifiestan claramente en el monólogo cómico que compone. En él habla de su infancia, de la complicada relación con sus padres, de la violencia de su padre ... Claramente se pone en relevancia que la figura de Jerry Lewis es para él un padre sustituto, un modelo edípico a superar e incluso a matar si es necesario. Y es que Jerry Langford (Jerry Lewis) es la figura que Pupkin desea imitar, ese 'rey de la comedia' cuyo espectáculo de variedades es el foco de su obsesión. Jerry Lewis, en su personaje más inusual, está perfecto como esa figura mediática. Lewis siempre ha estado asociado a ser un personaje cómico. Pero 'El rey de la comedia' es una película sobre quien practican la comedia. Una sátira, por así decirlo, de la sociedad del espectáculo, de sus ilusiones y de la soledad o crueldad que engendra. Son esas 'Candilejas' que tan bien reflejaba Charles Chaplin.

A pesar de todas esas reflexiones sociales, 'El rey de la comedia' fue un fracaso en su estreno. No era lo que buscaba el público en 1982. La película era más un reflejo y mirada oscura sobre la naturaleza de la cultura popular moderna, de como compramos y nos alimentamos de ella, de como nos destruye en el proceso queriendo llegar a una realidad alterna, de llegar  a una ventana a un mundo que quizás no existe y de proyectar nuestra propias fantasías. De ansiar esos minutos de gloria.

Trailer de 'El rey de la comedia'



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